A poco tiempo de la realización de las elecciones seccionales, donde los ecuatorianos eligen a sus líderes locales, el correísmo ha sufrido un duro golpe con la renuncia de un legislador. Si bien Ronny Aleaga llenó los titulares por sus supuestos vínculos con el narcotráfico meses atrás, lo que finalmente lo despoja de su puesto son los casos de corrupción en el sector eléctrico.
Todo empezó por una foto ya mencionada meses atrás en este portal. Si bien los revolucionarios ostentan luchar contra el “imperio”, Aleaga fue fotografiado dentro de una piscina en Miami. Junto a él había prófugos de la justicia. Específicamente el que le costó el puesto es Leonardo Cortázar, quien dijo fue su «operador político».
Pese a que fue fotografiado con él, Aleaga niega los nexos con Cortázar. Pero este último habría sido el delator de una supuesta red de corrupción de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).
El legislador niega las acusaciones en su contra
Por medio de su cuenta de Twitter, Aleaga lo negó. «Lo dicho por un presuntuoso como Cortázar, algo no cuadra; si antes era narco no necesitaría financiamiento, pero ahora recibo financiamiento y soy operador de un grupo criminal». «Este montaje en mi contra deberá ser demostrado con pruebas y ante autoridad competente», señaló.
En la foto antes mencionada también aparece Xavier Jordán, sospechoso de la gran trama de corrupción en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo. El agravante es que la trama sucedió durante la emergencia sanitaria por COVID-19. Mientras el país padecía con los hospitales colapsados, había quienes sacaron rédito del caos.
Ronny Aleaga es actualmente tendencia en redes sociales. Fue pandillero en su juventud, miembro de la pandilla internacional de los Latin Kings. El régimen socialista de Rafael Correa se valió de estas agrupaciones como fuerzas de choque a su favor, y logró pactar acuerdos entre bandos. Ahora que no están más en el poder, el crimen organizado se ha desatado.
Aleaga pasó de las calles a los curules. Fue elegido como asambleísta. Así se llama en Ecuador a los legisladores. Como todo país que ha sufrido un proceso socialista, Ecuador dejó de tener y un Congreso y pasó a tener una Asamblea Nacional. Sucede cuando una nación ve reformulada su Constitución. Como hicieron en Venezuela, como pretenden hacer en Chile.
El anuncio de la renuncia de Aleaga
La noticia de su salida del poder fue pública por medio de su reemplazo. Por medio de redes sociales, Magdalena Robles, la asambleísta alterna, anunció que lo sustituirá en su cargo.
Dijo en su cuenta de Twitter:
«Gracias Ronny Aleaga por darme participación en la Asamblea Nacional, aquí estoy desde su curul. La maldad de muchos por destruir tu imagen pronto termina. Recuerda que al árbol que más frutos da es el más apaleado Adelante mi guerrero Ronny Aleaga Dios cuide de ti».
Golpe al correísmo en vísperas de elecciones locales
Cabe destacar que la bancada correísta es la más numerosa en Ecuador. De los 137 legisladores que hay en el país, 49 son funcionales a su líder: el expresidente y ahora prófugo de la justicia Rafael Correa. No eligió a Cuba o Venezuela como destino para continuar la revolución sino Bélgica, país de nacimiento de su esposa y madre de sus tres hijos.
En junio del 2022, 47 de los 49 legisladores de la bancada correísta (UNES) amenazaron con renunciar a sus puestos pero ninguno cumplió. Todo fue en medio de las revueltas indigenistas que aprovechó la bancada para promover la destitución del presidente Guillermo Lasso, que fracasó en su intento.
Finalmente uno abandonará el poder pero no por temas ideológicos sino por las investigaciones en su contra. La presidencia del Poder Legislativo le retiró ya la custodia policial al asambleísta Aleaga. Así lo informó el también legislador Fernando Villavicencio.
Fue Villavicencio quien denunció inicialmente a Aleaga. Como consecuencia de aquello la Asamblea coordinó una comisión integrada por diversos partidos para garantizar la imparcialidad e investigar las denuncias por corrupción.
Ahora resta ver si este golpe al correísmo tiene impacto en las elecciones seccionales. Ya en una nota previa de este portal quedó al descubierto los nexos del correísmo y otras vertientes de izquierda con el narcotráfico y el crimen organizado. Esta vez un legislador se vio involucrado en una red de corrupción. El ciudadano promedio deberá decidir por quién quiere ser representado: por quien combate la corrupción o por quien la encarna. “Del otro lado” de la esfera política está la responsabilidad de presentar una alternativa que garantice ser lo opuesto.