Muy sencillo. Porque no puede. En esta Semana Santa lo hemos visto en dos ocasiones. Teniendo que ser auxiliado de modo ostensible. De ahí que sea mucho más meritorio por su parte el que en ocasiones se arrodille.
Me da la impresión que en un año de pontificado sus problemas de rodilla, cadera, ciática o lo que sea se han agravado notablemente. El auxilio de monseñor Marini al principio inexistente, luego discretísimo, ahora es evidente cuando se trata de subir o bajar las gradas del altar. Como el ocultismo parece imperar en el Vaticano no tenemos noticia de la dolencia que afecta al Papa aunque el que su rostro, antaño anguloso, se haya redondeado puede darnos pistas sobre la medicación. Tampoco he encontrado vídeos que recojan lo que nos mostró la televisión del sufrimiento del Papa Francisco en dos momentos en los que se arrodilló. No digo que no existan sólo que no los he encontrado.
Creo que los católicos tenemos derecho a conocer los achaques de salud del Santo Padre. Aunque no sea más que para encomendárselos a Dios. Que no es poco. El poder de la oración es muy grande y no se le hace ningún servicio al Papa privándole de las oraciones de sus hijos. Muchos de los cuales ni se habrán percatado de sus progresivas dificultades para hacer determinados movimientos.
Pues a encomendar a Dios la situación para que se mejore o al menos no se agrave.
Y en que mal lugar han quedado los que le imputaban alergia a la genuflexión. No tiene ninguna. Es que nopuede.
P.D.: Un lector amigo ya nos ha enviado un vídeo en el que se aprecian las grandes dificultades del Papa para arrodillarse
http://www.elcomercio.es/videos/mas-noticias/ultima-hora/3483291633001-papa-francisco-preside-celebracion-viernes-santo-mm.html