¿Pero no decían que el hábito no hacía al monje? ¿Qué lo importante no era el exterior? Pues parece que no estaban acertados. Los que abominan de hábitos, sotanas y clergymans para hacer campaña independentista quieren a las monjas de monjas y a los curas de curas. Es que si no nadie se iba a enterar de su condición sacerdotal o religiosa.
Tal como ellos, y ellas, van, es que no sirven ni para un cartel. A confesión propia. O a dibujo propio. Si es que la mayoría de esos camufletas si no fueran curas o monjas no serían nada. A lo más una eso pinchada en un palo.