«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿El cardenal Fernando Sebastián esperanza de la Iglesia española?

He visto por Televisión la creación de nuevos cardenales. Entre ellos el español Fernando Sebastián. Muy buena la homilía del Papa y también las palabras del neocardenal Parolín. Me pareció ver al Papa muy contenido. Y con poca voz. Los traductores-presentadores como siempre, mal. Paloma Gómez Borrero en su línea habitual, empeñada en contarnos su batallitas que no interesan a nadie. Sin embargo mejor que el otro, de cuyo nombre no me acuerdo, que me pareció del género cretinoide. Empeñado en contarnos las maravillosas virtudes de un Fernando Sebastián que no existe. Aunque hubiera existido. Pura nostalgia taranconiana.

La capa pluvial del Papa no voy a decir que un espanto pero estéticamente dejaba algo que desear. Alguien también del género cretinoide, aunque en este caso con balcones a la calle, creo que calificó a Francisco del hombre mejor vestido del año. Si es que los hay…

Pero por estas impresiones mías no escribiría un artículo. Que tiene otros motivos. La creación de cardenales es un acontecimiento alegre, para quien los crea y para los creados. Pues ya digo que me pareció ver al santo Padre, tan extrovertido habitualmente, como muy contenido. Él, tan gestual, en esta ocasión apenas los tuvo. Por ello me pareció muy significativo el que tuvo con el cardenal español. Posiblemente el más cordial, prescindiendo de la proximidad al cardenal antillano que estaba en silla de ruedas, de todo el acto.

Se dice mucho que monseñor Sebastián es el gran informador del Papa sobre la Iglesia española. Y el gesto que Francisco tuvo con él parece confirmarlo. Pues si así fuere me alegro muchísimo. Porque estamos en buenas manos.

El arzobispo emérito de Pamplona no es un obispo periférico. Fue secretario y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, pasa por ser una de las mejores cabezas de nuestro episcopado reciente y son bastantes los que piensan que la mejor, ha acreditado, al menos desde aquel absurdo nombramiento de arzobispo coadjutor de Granada, acrisolada ortodoxia. Lo que se dice un mirlo blanco. Pues si el Papa le consulta sobre nuestra Iglesia y después le hace caso creo que podemos estar bastante tranquilos. Mucho más que si el mentor pontificio fuera el otro cardenal aragonés. Del que me fío bien poco. Y que además de España sabe mucho menos que Fernando Sebastián.

Creo que pronto tendremos ocasión de ver si el Papa se asesora de su nuevo cardenal, creación por otra parte de exclusiva intervención pontificia pues nadie le daba por electo, ante la mala situación de la Iglesia aragonesa. Hay un nombramiento episcopal pendiente que puede resolverse en días o pocos meses, al arzobispo le están queriendo mover la silla, la sombra del Yanero Solitario sigue siendo alargadísima… El neocardenal conoce todo aquello al dedillo. Es de Calatayud, una de las diócesis de Aragón fue sufragánea suya, si le preguntan seguro que el maldito Sariñena no se apoderará de él. ¿O es Cariñena?

Lo que está por ver es si le preguntan y, caso de que lo hagan, si le harán caso. Confiemos en que sí.  

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