Encrucillada acaba de celebrar una reunión, modestita, con el título de A Igrexa Galega e o Papa Francisco:
Sé que le hago publicidad a algo de lo que no se ha enterado nadie pero tampoco espero que me lo agradezcan. La revista representa un galleguismo eclesial agonizante que ya no mueve a nadie. O sólo a cuatro ancianos. Los jóvenes del Bloque, o de los Bloques, pasan absolutamente de la Iglesia y la mayoría de ellos no han vuelto a pisarla desde el día de su primera comunión. Los que la hicieran. Y la mayoría de sus santones eclesiales han ido ya a dar cuenta a Dios de sus vidas o están muy próximos a ello. No significan nada en la galicia de mis amores.
Para este encuentro se han buscado a tres personajes, personajillos algunos, dos de los cuales no dirán nada a la inmensa mayoría de los lectores de este Blog. Porque no son nadie. A uno de ellos creo que me referí en alguna ocasión por eso de que tengo un corazón generoso y me duele que de tanto esfuerzo no se entere nadie. Bueno, sea lo que sea mi corazón, aparecer en el Blog, aunque sea críticamente es publicidad gratuita.
Uno de los tres intervinientes es hoy laico y muy dueño de acudir a donde le parezca. No compromete a la Iglesia. Sólo se compromete él. Y eso es cosa suya. Fue sin duda la presencia más sonada e, inteligente y brillante como es, estoy seguro de que tuvo una intervención notable. Nada que objetar por mi parte a que le llamaran y a que acudiera.
No pienso lo mismo de los otros dos que son clérigos en ejercicio y que, debiendo darse a todos más bien lo hacen a casi nadie e irritando a la mayoría de los católicos gallegos.
Andrés García Vilariño creo que es el párroco de Santiago en La Coruña. Hermosísima iglesia del casco antiguo aunque hoy apenas tenga fieles. Supongo que muy cotizada para bodas y por tanto, de ser así, con pingües ingresos. El otro, Julio Andión Marán, fue rector del seminario de Vigo, cosa que me preocupa muchísimo. Porque, con tal rector, ¿cómo habrán salido los seminaristas? Aunque tal vez el buen sentido de los aspirantes al sacerdocio no hayan hecho caso alguno del rector. Porque no me parece mi diócesis natal miuy encrucillada.
Ya sabía como pensaba García Vilariño pero de Andión desconocía hasta su existencia. Y ahora vamos a lo de siempre. Los obispos. Que a uno le dan una bicoca, sin trabajo porque no tiene fieles, en La Coruña y al otro le encomiendan el Seminario. Pues algo chirría. El compostelano, no creo que la parroquia se la haya dado Suquía o Rouco, ahí está. Y si se la hubieran dado otros, él lo mantiene. El vigués supongo que habrá sido Cerviño o Diéguez. Que no fueron malos obispos de Tuy-Vigo aunque lo de Andión sea grave.
Pues tan importante convocatoria no ha interesado a nadie. Y el testimonio es de parte. De su parte. Es posible que ahora eliminen la fotografía de la nada. Ya ha pasado muchas veces. N cuarto de entrada en la plaza. Un fracaso. Si es que ya no son nadie. No pienso ni imprimir la fotografía, no se debe gastar papel en inutilidades. Ni siquiera archivarla en el ordenador. Que se termina llenando. La ytenéis en Religión Digital. Y si la eliminaran pues blanco y en botella. Aunque la leche sea desnatada. Muy desnatada. Poco más que agua.
Ah, y estuvo Torres Queiruga. Toda una garantía de eclesialidad.