Es verdaderamente asombrosa la característica masoquista que afecta a los diez de siempre, cinco acradenales y cinco obispos. Porque deberían sufrir tras patadas continuadas en sus propios cataplines. Salvo que no tengan cataplines. Que tal vez alguno lo esté pensando. No es normal tanta agresión, permanente, diaria, absoluta a todo aquello que debería significar algo a los diez palmeros y ellos tan felices. Para el viñetista todo la religión católica es una coña marinera. Está en su derecho. Puede pensar lo que le dé la gana. Incluso en contrario de lo que pensó antes. Pero que Sistach, Amigo, Maradiaga, Tettamanzi, Poli, Pujol, Osoro, Porras, Molina y Amadeo Rodríguez lo respalden al menos con sus caretos a mí me parece una vergüenza.
Y lo tienen facilísimo. Sólo han de decir que el viñetista o ellos. De momento con quinen quieren estar es con Cortés. No les molestará que se lo señalemos. Porque suya es la elección.