El verano estaba entrando con escasas noticias eclesiales. No era hasta el momento un verano caliente informativo. Pies hoy se disparan las temperaturas y nos llega una información que a no pocos sorprenderá. Juan Rubio es cesado como director de Vida Nueva. Así de duro según se deduce de la nota de la misma revista.
http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=21409
Y por lo que leemos en Religión Digital no da la impresión de estar contento el afectado.
http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2014/07/15/juan-rubio-abandona-la-direccion-de-vida-nueva-iglesia-religion-dios-jesus-papa-obispo.shtml
No sabemos que ha ocurrido pero algo importante tuvo que pasar para un cese repentino y sin explicaciones.
Juan Rubio es un sacerdote jiennense, inteligente, brillante como escritor, bien informado sobre cuestiones eclesiales, de notable personalidad y adscrito al sector progresista de la Iglesia. Nunca tuve la menor duda sobre su adscripción ideológica. Ni siquiera me pareció fronterizo. Su progresismo siempre lo encontré eclesial. Y su labor de director de Vida Nueva estuvo en esa línea de progresismo moderado, muy distante de otros momentos de la publicación mucho más arriscados. La revista se había centrado notablemente y había abandonado escándalos en otros tiempos bastante frecuentes.
Supongo que antes o después nos enteraremos de la causa del cese. Si algo no es Rubio, es un gregario dispuesto a tragar con todo. Igual le quisieron imponer una línea con la que no estaba conforme. Y se despidió con la misma tranquilidad con la que en su día aceptó el encargo. Ya se verá lo que hay. A la espera de ello, y sin saber más que lo que hoy se ha publicado, yo tengo una cosa clara. Entre los marianistas y Juan Rubio, con las naturales discrepancias y una cordial relación, me quedo sin dudarlo con Juan Rubio.