En el Sacro Colegio siempre ha habido ovejas negras. Y no podemos culpar al Papa Francisco de ser el único responsable de las mismas. De momento sólo ha publicado un único consistorio por lo que lo peor del Colegio Cardenalicio de hoy se debe a Juan Pablo II y a Benedicto XVI. Hasta Pío XII malos cardenales. Pésimos como O.Brien, Kasper, Lehman, Danneels, Bertone… no son responsabilidad de Francisco. O botarates como Maradiaga.
Creación del actual Pontífice es el chileno Ezzatti, también salesiano como dos de los ya nombrados. Se había publicado la noticia de que el cardenal chileno, desde Silv Henríquez, incluido, no ha habido un buen cardenal chileno, alguno discreto y los demás deplorables, había llevado a Roma el caso de tres sacerdotes deplorables. Pues fue un error. Que se apresuró a desmentir. Él feliz con la basura. Tal vez porque también lo sea:
Y lo del húngaro Erdö es de aurora boreal. Ante el clamor levantado contra su documento sinodal pues… que él no ha sido. Que Bruno Forte, otro que tal baila, había introducido modificaciones a su texto y que él las firmó sin haberlas leído. ¡En qué manos estamos! Cómo poco sería como para que dimitiera el cargo ipso facto. Y que en el mismo acto exigiera el cese del introductor de tales tropelías.
Tenemos un Papa empeñado en desprestigiar su altísima responsabilidad, no hay más que leer lo que en estos días se está publicando, y una serie de cardenales, gracias a Dios de momento una ínfima minoría, empeñados en dinamitar la Iglesia.
Alguien, angustiado por la situación de nuestra patria en días duros se dirigió a Dios con esta oración: Señor, no nos tengas tal saña, por los nuestros pecados no destruyas a España. Hoy deberíamos pedirle que por nuestros pecados no destruya su Iglesia. Porque en ese trance estamos.
