Los fotografías una vez más de Catapulta.
Solteronas que se reunen en una residencia de ancianas con posibles para celebrar el santo de la directora. Para lo cual se ponen sus mejores galas.
Y esas son las jovencitas. Porque las de silla dee ruedas y las que ya no se levantan de la cama no bajaron a la fiesta.
Eso, proteste quien proteste, es pura decadencia sin mañana. Y ya no digo sin pasado mañana sino sin mañana. ¿Qué joven va a querer ingresar en semejante asilo? ¿Y sin otra perspectiva que el cuidado de cada año más impedidas, demenciadas…
Comparen las fotografías de hoy con la que incluyo de hace sesenta años. Es el paso de unas monjas a unas jubiladas que se reunen en un local de la tercera edad. Y no pocas ya en la cuarta.
En la foto siguiente un par de heroínas con hábito pero no creo que ninguna tenga menos de sesenta años:
En la siguiente, la más joven ya ha olvidado cuando cumplió los setenta:
Las tocas ahorran muchísimo en peluquería:
Una gorda feliz. Pero ¿feliz de qué? ¿De ver como desaparecen?
Y cerramos con esta tierna imagen de cuatro bisabuelitas nonagenarias en la fiesta que les dieron en el ni se sabe aniversario de sus primeros votos. Que por supuesto todas ellas hicieron con hábito.