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Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 27
Escribir en un blog no es un delito aún. Somos muchas las personas que disponemos de uno o dos blogs, donde colocamos los artículos que nos parecen, a la hora que podemos, para que los lectores nos alaben o nos apedreen con sus comentarios en el foro.
Esta es una gran novedad del mundo digital, que los lectores corrigen o aplauden al autor de lo que lean, sin necesidad de pasar sus opiniones por una carta enviada director de un medio escrito, que las publica o no, dependiendo de varios factores.
Es cierto que los lectores de un blog tienen una libertad un poco mediatizada, porque no se publican los comentarios que falten al honor y salten la barrera del código de buenas costumbres existente en el mundo de Internet contemplado en la legislación civil.
El próximo fin de semana tiene lugar, en la ciudad de Cádiz, el tercer encuentro internacional de blogueros católicos, donde quien suscribe ha sido invitado a participar exponiendo una comunicación sobre el resultado pastoral y catequético de disponer de dos blogs de contenido informativo esencialmente cristiano.
¿Cuáles son esos blogs?. El primero se titula El Olivo, situado en el portal infovaticana.com. El segundo se llama La Semilla, alojado en lagaceta.es.
El primero ha cumplido seis años en la Red, el segundo está a punto de llegar a los tres de permanencia en el mundo digital buscando siempre la presencia pastoral de un aficionado convencido de la fuerza que tienen los medios de comunicación en la acción evangelizadora de la Iglesia Católica en los tiempos actuales.
La reunión de la ciudad de Cádiz busca intercambiar experiencias, conocer cómo trabajan otros blogueros, valorar los resultados pastorales de otras personas que están en la misma misión libre y voluntaria de escribir sobre nuestra fe católica en el mundo del ciberespacio digital presente y digital que se actualiza a una gran velocidad.
Ruego a todos los lectores de este campanario que recen por el éxito de esa reunión voluntaria a celebrar en la capital gaditana, la ciudad más antigua de España conocida en todas partes como la tacita de plata.
Cuando todo acabe contaré aquí la experiencia vivida en el próximo fin de semana. De esta manera haremos viva la fuerza que tiene la comunicación escrita en Internet: que todo quien lea pueda opinar sobre el contenido del artículo que acabar de acercar a sus ojos, dejando un comentario en el foro de los mismos. Ahora mismo nos sobra con conocer la convocatoria de la reunión gaditana, que andando el tiempo podría celebrarse en Jaén, tierra acogedora como ninguna, con el objetivo que las personas de fuera puedan conocer nuestro paraíso interior y seguir intercambiando los resultados pastorales de los numerosos blogs católicos que circulan por el campo digital.
