Greenpeace está recibiendo duras críticas por no adoptar la energía nuclear como alternativa a los combustibles fósiles.
Una nueva generación de activistas climáticos más jóvenes ha comenzado una campaña en contra de la decisión legal de la ONG de oponerse a la decisión de la Comisión Europea de considerar la energía nuclear como una forma de combustible verde.
El grupo ecologista más grande del mundo lleva décadas oponiéndose al uso de este tipo de energía con el argumento de que constituye un riesgo para la seguridad pública.
Ahora, con el inicio de una crisis energética y un supuesto colapso climático, este dogma finalmente está siendo cuestionado. La adolescente activista sueca Ia Aanstoot, junto con otros ambientalistas europeos, han iniciado una campaña en las redes sociales para lograr que Greenpeace cambie su posición antinuclear, como ha recogido el diario The Guardian.
Today I am launching the campaign #DearGreenpeace with @letsreplanet which asks @Greenpeace to drop their opposition to nuclear energy & support young people in securing their future.
— Ia Aanstoot (@ia_aanstoot) August 29, 2023
Sign my petition https://t.co/hRGU1Bo3Tt
Why nuclear gives me hope for a better future.🧵 pic.twitter.com/Z5pt2kl1tQ
Querido Greenpeace es el alegato que el grupo de jóvenes activistas ha publicado en un un sitio web llamado replanet, y que tiene como objetivo alejar a la red de activistas de su tradicional postura antinuclear que, según Aanstoot y otros, está anticuada. Creen que una postura antinuclear contribuye directamente a la dependencia de los combustibles fósiles al no adoptar alternativas nucleares respaldadas científicamente que ya cubren un tercio de las necesidades energéticas de Europa.
«Simplemente, estamos tratando de proteger la energía nuclear en la taxonomía de la UE y al mismo tiempo instamos a Greenpeace a detener esta lucha anticuada contra la energía nuclear«, ha explicado Aanstoot al diario The European Conservative.
Aanstoot, que espera convertirse en una «parte interesada» en el caso legal de Greenpeace contra la UE, considera que la energía nuclear es una de las únicas fuentes de energía alternativas que puede mitigar los efectos negativos del cambio climático manteniendo al mismo tiempo los niveles de vida económicos occidentales.
