«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Bruselas y Estados Unidos se enfrentan con las sanciones rusas de fondo

El Gobierno alemán instó hoy a las autoridades estadounidenses a no usar las nuevas sanciones a Rusia como un «instrumento de su política industrial» y le recordó que el objetivo de las medidas que tome contra Moscú «no debe ser la economía europea».
En rueda de prensa, la viceportavoz de la Cancillería, Ulrike Demmer, reiteró el mensaje de Berlín después de que la Cámara de Representantes de EEUU aprobara ayer un proyecto de ley para ampliar las sanciones a Rusia que podría afectar a empresas europeas que colaboran con las rusas en el sector energético.
«Rechazamos las sanciones con repercusiones extraterritoriales, en terceros países», recalcó Demmer.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Martin Schäfer, destacó las mejoras que incluye el texto aprobado por la cámara baja respecto al proyecto inicial y recordó que todavía tiene que pasar por el Senado y ser ratificado por el presidente, Donald Trump.
Schäfer consideró un «éxito» de las gestiones europeas y alemanas ante las autoridades estadounidenses que se haya incluido en la norma que el presidente estadounidense, antes de dar luz verde a sanciones que puedan tener efectos colaterales, consultará con las instituciones europeas.
No obstante, reiteró las críticas y advertencias que lanzó «alto y claro» el Gobierno alemán hace más de un mes, al conocer el primer texto, en el sentido de que «las sanciones no pueden ser un instrumento de la política industrial en beneficio de Estados Unidos».
Admitió que la citada ley es motivo de «preocupación» para la industria nacional y para el Ejecutivo y confió en que Washington entienda que la política de sanciones debe ser acordada y consensuada con los aliados y que las medidas tienen mayor eficacia cuando son coordinadas.
Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, aseguró que actuará «en cuestión de días» si las sanciones perjudican indirectamente los intereses de la Unión Europea.
«‘América primero’ no puede significar que los intereses europeos son los últimos», declaró Juncker en un comunicado difundido tras la reunión semanal de comisarios europeos.
La CE avisó del «posible impacto» del texto en la «independencia energética de la UE», ya que se plantea «la imposición de sanciones a cualquier compañía, incluyendo las europeas, que contribuyan al desarrollo, mantenimiento, modernización o reparación» de las infraestructuras rusas para la exportación de hidrocarburos.
Según la CE, podría verse afectado al mantenimiento de los gaseoductos rusos que nutren a Ucrania o iniciativas como el proyecto de gas natural licuado del Báltico.
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