Una mujer de Indiana ha sido condenada a seis años de prisión por el asesinato de su hijo adoptivo, un niño de diez años, tras aplastarlo con su cuerpo durante varios minutos como castigo. Jennifer Lee Wilson, de 48 años, recibió la sentencia del Tribunal Superior de Porter el pasado viernes, que incluye cinco años de prisión y uno de libertad condicional. La mujer se declaró culpable en octubre de homicidio imprudente, admitiendo que inmovilizó al niño, Dakota Levi Stevens, contra el suelo durante aproximadamente cinco minutos, lo que resultó en lesiones mortales.
Los hechos ocurrieron a finales de abril del año pasado, cuando Dakota intentó huir de su hogar y buscó refugio en la casa de una vecina. Según el testimonio de esta mujer, el niño llegó asustado y relató que sus padres adoptivos lo golpeaban y le impedían hablar con su asistente social. Incluso le pidió que lo adoptara, describiendo un ambiente de maltrato en su hogar. Sin embargo, cuando Wilson llegó a buscarlo, el niño no mostraba señales visibles de lesiones.
De acuerdo con los informes policiales, el incidente fatal comenzó cuando Dakota expresó su deseo de abandonar la casa y se tiró al suelo. Wilson, que pesa 154 kilos, se tumbó sobre él como castigo mientras llamaba a su asistente social. Según su relato, tras unos minutos, intentó hablar con el niño, pero al no obtener respuesta, lo giró y descubrió que no reaccionaba. En ese momento, notó que sus párpados estaban pálidos y llamó a emergencias.
Dakota falleció dos días después en un hospital de South Bend. La autopsia reveló que la causa de su muerte fue asfixia mecánica, además de daños graves en órganos internos, como hemorragias en el hígado y los pulmones, y otras lesiones en tejidos blandos. La oficina del forense del condado de St. Joseph confirmó que las heridas sufridas por el niño fueron el resultado directo de la inmovilización.
El caso ha generado gran conmoción, en parte por las circunstancias previas al incidente. La policía informó que Dakota había huido varias veces en busca de ayuda, dejando un testimonio desgarrador de los abusos sufridos en su hogar adoptivo. Durante el juicio, la fiscalía destacó la crueldad del castigo aplicado por Wilson, subrayando el abuso de su posición como madre adoptiva.