La Knesset o Parlamento israelí ha aprobado una ley que prohíbe toda actividad de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Oriente Próximo (UNRWA) en Israel y Palestina. Desde la organización internacional han criticado y afirmado que es «un precedente peligroso» y alerta de que «sólo profundiza el sufrimiento de los palestinos».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado que Israel continuará dispuesta a colaborar con otros socios internacionales para asegurar que la ayuda humanitaria llegue a la población civil tras el plazo de 90 días estipulado por ley para la expulsión de la UNRWA. Además, ha señalado que «los trabajadores de la UNRWA implicados en actividades terroristas contra Israel deberán rendir cuentas».
Además, Netanyahu subrayó que «evitar una crisis humanitaria es esencial» y que «la ayuda sostenida debe continuar disponible en Gaza, tanto ahora como en el futuro», aunque sin la participación de la agencia de la ONU. Según Netanyahu, era necesario aprobar esta ley ya que «la UNRWA es una agencia inoperante desde hace años y, desde el inicio del conflicto, se ha convertido en cómplice de las milicias palestinas de Hamás».
