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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Europeos y árabes divergen en los temas centrales de su primera cumbre

Los líderes de la Unión Europea (UE) y de los países árabes abrieron hoy la primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno entre ambos bloques con profundas divergencias sobre los temas centrales que abordaron en la misma mesa en Egipto.

Los europeos han planteado la cuestión de la migración, mientras que los líderes árabes pusieron el acento en la lucha contra el terrorismo y contra Irán, el enemigo común para buena parte de los países de mayoría suní de la región.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, reconoció en su discurso que existen diferencias entre ambos bloques, pero subrayó que árabes y europeos, como «vecinos», no deben dejar los retos comunes a «potencias globales lejos» de la región.

«Soy consciente de que hay diferencias entre nosotros. No estamos aquí para pretender que estamos de acuerdo en todo, pero nos enfrentamos a retos comunes y tenemos intereses compartidos. Hoy estamos aquí para fortalecer nuestra cooperación en beneficio de nuestros pueblos», dijo Tusk.

El responsable europeo se explayó a la hora de subrayar la importancia de la cooperación en la cuestión migratoria, tanto para perseguir a los traficantes como para abordar «las causas fundamentales» de ese fenómeno.

El anfitrión de la cumbre, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, también defendió la cooperación entre los países del norte y del sur del Mediterráneo en materia migratoria, una cuestión en la que destacó el éxito de su país en frenar la migración ilegal desde 2016.

Sin embargo, Al Sisi centró su discurso en las necesidades de cooperación en la lucha contra el terrorismo, un fenómeno que consideró «una epidemia maldita» que afecta a todo el mundo.

Al Sisi aseguró que la lucha contra el terrorismo que él capitanea en Egipto y en la que en el último año han muerto al menos 600 personas en operaciones del Ejército y de la Policía, según cifras oficiales, no tiene que ver con los derechos humanos, que son «respetados» en su país.

«La postura europea se basa en la importancia de respetar los derechos humanos a través de la lucha contra el terrorismo. Es algo con lo que estamos de acuerdo y aplicamos en el terreno», dijo el mandatario egipcio, tan solo cuatro días después de que las autoridades de El Cairo ahorcaran a nueve reos acusados de terrorismo.

Las divergencias entre ambos bloques también quedaron patentes en su visión sobre las posibles soluciones para los conflictos abiertos en el mundo árabe.

El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, dijo a Efe que subsisten «puntos de desacuerdo» entre ambos bloques, aunque consideró que hay tiempo para llegar a un consenso para elaborar una declaración conjunta al término de la cumbre, que se cerrará este lunes.

Los principales puntos en los que no coinciden, según Borrell, son los conflictos de Siria, Yemen e Israel-Palestina, además de la cuestión de Irán.

«La relación entre los europeos y el mundo árabe es muy compleja», dijo Borrell, subrayando que España juega «un papel muy importante» en su relación por su «compromiso» y «por razones históricas».

El conflicto yemení y la cuestión de Irán centraron el discurso del rey Salman bin Abdelaziz de Arabia Saudí, quien acusó a las milicias hutíes, apadrinadas por Teherán, de ser «responsables» de la crisis humanitaria que vive el país.

El monarca saudí acusó a Teherán de ser «una amenaza directa», tanto para los países árabes como para los europeos, animándoles a cooperar contra el Gobierno de los ayatolás.

«Irán representa una amenaza directa y un peligro para todas nuestras naciones», dijo el rey saudí en su intervención.

La primera ministra británica, Theresa May, dijo en declaraciones a periodistas que su país está presionando para alcanzar una solución política al conflicto yemení, considerado por la ONU como la principal crisis humanitaria del planeta.

«Continuamos brindando apoyo humanitario al Yemen, también continuaremos presionando para lograr un acuerdo político en el Yemen, que es la solución a largo plazo», comentó May, que no respondió a una pregunta sobre si su país suspendería la venta de armas a Arabia Saudí.

La cumbre, en la que 37 de los 49 países presentes están representados por jefes de Estado o de Gobierno, se clausurará este lunes aún con dudas sobre si se consensuará una declaración común.

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