Israel y Hamás han retomado las negociaciones pocas horas después de que comenzara una nueva acción militar israelí en el centro de la Franja de Gaza, en el marco de la operación ‘Carros de Gedeón’, lanzada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El regreso de los terroristas islamistas a las conversaciones ha sido confirmado por fuentes del Gobierno israelí y por un alto mando del propio grupo.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, fue el primero en anunciar el cambio de postura de Hamás, coincidiendo con el avance de las tropas en terreno gazatí. Según Katz, la delegación de Hamás en Doha ha anunciado su regreso a las negociaciones para un acuerdo por los rehenes, en contraste con la postura de rechazo que mantenía hasta ese momento.
Katz ha subrayado que Hamás ha regresado sin condiciones, es decir, sin exigir la reanudación de la entrada de ayuda humanitaria ni un alto el fuego. Ha defendido que el heroísmo de los soldados de las FDI, la unidad del pueblo y la determinación de la dirección política aumentan las opciones de traer de vuelta a los rehenes.
Por su parte, el dirigente de Hamás Mahmud Mardawi ha confirmado a la cadena Al Arabiya que la nueva ronda de conversaciones se desarrolla sin condiciones previas y ha asegurado que no se basa en propuestas israelíes. El grupo islamista, responsable del ataque del 7 de octubre, lleva semanas rechazando cualquier plan que no incluya un alto el fuego permanente.
Las autoridades de Gaza, controladas por el propio Hamás, aseguran que la cifra de muertos desde el inicio de la ofensiva asciende ya a más de 53.000, aunque no existe verificación independiente posible, ya que el grupo islamista controla tanto la información como los datos que se difunden al exterior.
La ofensiva israelí responde al ataque masivo del 7 de octubre de 2023, cuando Hamás asesinó a unos 1.200 civiles israelíes, incluyendo mujeres y niños, y secuestró a unas 250 personas, muchas de las cuales siguen en cautiverio o han sido ejecutadas. El regreso de Hamás a las negociaciones, tras semanas de bloqueo, confirma que la presión militar de Israel está forzando movimientos dentro del aparato terrorista, que hasta ahora rechazaba cualquier tipo de acuerdo.