La aclamada autora de la saga de Harry Potter, J.K. Rowling, ha generado controversia al desafiar la ley woke anti-discriminación recientemente aprobada por el Parlamento de Escocia. Esta legislación, destinada a criminalizar el «discurso de odio» basado en diversas características como la edad, género, identidad de género, orientación sexual, deficiencia o religión ha sido objeto de fuertes críticas por parte de Rowling.
Rowling ha expresado su preocupación en la plataforma de redes sociales «X» (anteriormente conocida como Twitter), argumentando que la implementación de esta ley no garantizará protecciones adecuadas para las mujeres, sino que, en cambio, podría resultar en que diversas activistas trans sean clasificadas en una categoría protegida por los políticos sin abordar las preocupaciones específicas de las mujeres.
Además, la autora ha enfatizado su creencia de que «la libertad de expresión está llegando a su fin en Escocia», lo que refleja su profunda inquietud sobre las implicaciones de esta legislación en la sociedad escocesa.
En consecuencia, Rowling ha anunciado su ausencia en su país de residencia actual, aunque ha afirmado que si la policía la detuviera a su regreso, estaría dispuesta a enfrentar las consecuencias legales, ya que se niega a comprometer su libertad de expresión ante lo que considera una amenaza creciente.
