«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

«¿La libertad de culto es menos importante que la libertad de consumir?»

La libertad de culto es una libertad fundamental y el gobierno se ha olvidado de ella, afirman preocupados 67 diputados en una tribuna publicada en Le Figaro.

Por razones sanitarias, estamos en un periodo de restricción considerable de nuestras libertades: libertad de desplazamiento, de trabajar, de actividades de las asociaciones, de ver a nuestros familiares y amigos. Y de restricción de la libertad de culto para todas las religiones, cristianas o no. Esta restricción de libertad ha sido hasta ahora aceptada por una gran mayoría de nuestros conciudadanos, conscientes de la necesidad de dominar la epidemia; sin embargo, esto no es óbice para que sean igualmente conscientes de que esta restricción de las libertades fundamentales es temporal.

El presidente de la República nos ha anunciado el fin gradual del confinamiento a partir del 11 de mayo, es decir, la recuperación progresiva de las libertades cuya pérdida se había permitido de manera provisional.

Llevarlo a la práctica no es fácil; se necesitan normas que vienen de arriba y confianza en el sentido de responsabilidad de nuestros compatriotas.

El gobierno ha elegido un plan de desconfinamiento progresivo. Ha promulgado una orden que enumera las prioridades y que se ha convertido rápidamente en un orden de importancia.

A este respecto, los ciudadanos franceses creyentes y que practican su religión en un lugar de culto no comprenden este orden de importancia.

En primer lugar, constatan la ignorancia de nuestros gobernantes en lo que atañe a las prácticas religiosas, y la pereza de algunos de ellos cuando se trata de hacer el esfuerzo de conocer mejor y comprender las religiones. Cuando el primer ministro ha dicho, en la tribuna de la Asamblea Nacional, que los lugares de culto permanecerán abiertos, pero que no se podrán celebrar «ceremonias», ha tomado el camino equivocado. Las ceremonias no están prohibidas, sólo las reuniones lo están. Es a causa de este tipo de inexactitud por lo que la policía nacional entró armada en la iglesia de San Andrés de Europa, en París,  mientras el sacerdote celebraba la misa, sin fieles. Nunca como ahora han sido nuestros gobernantes tan ignorantes sobre la realidad religiosa de nuestros conciudadanos.

Los franceses creyentes y practicantes constatan que nuestros gobernantes consideran la práctica religiosa como algo accesorio en sus vidas, cuando la realidad es que para la mayoría de ellos es fundamental en el sentido etimológico del término. Estos gobernantes, debido tal vez a que ellos no son practicantes, no se imaginan lo imprescindible que la práctica religiosa pueda ser para nuestros conciudadanos que sí lo son. Creen que se puede prescindir de la práctica religiosa como se prescinde de un hobby superfluo. Su ignorancia les lleva a tomar medidas que hieren a los franceses practicantes, o que juzgan indispensable reunirse en un lugar de culto para celebrar un funeral. ¿En qué se convierte una civilización que ya no honra a sus muertos?

Los ciudadanos franceses practicantes han dado prueba de una gran sabiduría, de una gran «resiliencia» desde el principio de la pandemia. Muchos han dedicado su tiempo a acciones de solidaridad. No son menos responsables que los demás cuando se trata de organizar el culto respetando las normas establecidas debido a la pandemia, y no comprenden que sus propuestas de organización sean descartadas como si nada.

El tamaño de los lugares de culto permite tomar las medidas necesarias para separar las sillas y distribuir a los fieles de tal modo que se cumplan las normas sanitarias. Estos no son menos que el resto de los franceses, dignos de confianza. La prohibición de reunión en los lugares de culto antes del 2 de junio próximo, es decir, después de las grandes fiestas cristianas de la Ascensión y Pentecostés, es vivida como una humillación y un ataque inédito a la libertad de culto.

No, los franceses practicantes no son ciudadanos de segunda, que valen menos que los franceses que consumen y que han sido autorizados a ir a su tienda preferida.

Los prefectos podrían reunir a los representantes departamentales responsables de los cultos para estudiar, a nivel local, las condiciones para restablecer las celebraciones religiosas a partir del 11 de mayo. Los distintos cultos son capaces de respetar las mismas medidas sanitarias que los otros lugares públicos que ya están abiertos. Es, por tanto, incomprensible que tan pronto como las medidas sanitarias básicas sean respetadas en los lugares de culto, no se autoricen las reuniones para celebrar las funciones religiosas.

Interpelamos formalmente a nuestro gobierno para que dé marcha atrás y examine con más «benevolencia» y atención la petición de las grandes religiones de Francia, que desean poder ejercer el culto en total libertad. Llamamos su atención sobre las graves consecuencias que se pueden derivar del ataque sin precedentes a una de las libertades fundamentales de los ciudadanos franceses: la libertad de culto.

Marc Le Fur, Vicepresidente de la Asamblea Nacional, Diputado de Costas de Armor

Damien Abad, Diputado de Ain, Presidente del Grupo de los Republicanos en la Asamblea Nacional

Bruno Retailleau, Senador de Vandea, Presidente del Grupo de los Republicanos en el Senado

François-Xavier Bellamy, Eurodiputado, Presidente de la delegación francesa en el grupo del PPE

Emmanuelle Anthoine, Diputada de Drôme

Julien Aubert, Diputado de Vaucluse

Serge Babary, Senador de Indre y Loira

Philippe Bas, Senador de la Mancha

Jérôme Bascher, Senador de Oise

Thibault Bazin, Diputado de Meurthe y Mosela

Valérie Beauvais, Diputada de Marne

Jean Bizet, Senador de la Mancha

Céline Boulay-Espéronnier, Senadora de París

Bernard Bonne, Senador de Loira

Jean-Claude Bouchet, Diputado de Vaucluse

Xavier Breton, Diputado de Ain

Bernard Brochand, Diputado de Alpes Marítimos

Anne Chain-Larché, Senadora de Sena y Marne

Marie-Christine Chauvin, Senadora de Jura

Guillaume Chevrollier, Senador de Mayenne

Martha de Cidrac, Senadora de Yvelines

Pierre Cordier, Diputado de Árdenas

Pierre Cuypers, Senador de Sena y Marne

Laure Darcos, Senadora de Essonne

Marc-Philippe Daubresse, Senador del Norte

Jacky Deromédi, Senadora de los Franceses en el Extranjero

Dominique de Legge, Senador de Ille y Vilaine

Louis-Jean de Nicolay, Senador de Sarthe

Catherine Di Folco, Senadora de Ródano

Julien Dive, Diputado de Aisne

Pierre-Henri Dumont, Diputado de Paso de Calais

Dominique Estrosi-Sassone, Senadora de Alpes Marítimos

Daniel Fasquelle, Diputado de Paso de Calais

Joëlle Garriaud-Maylam, Senadora de los Franceses en el Extranjero

Annie Genevard, Diputada de Doubs

Philippe Gosselin, Diputado de la Mancha

Pascale Gruny, Senadora de Aisne

Patrick Hetzel, Diputado de Bajo Rin

Brigitte Kuster, Diputada de París

Antoine Lefèvre, Senador de Aisne

Constance Le Grip, Diputada de París

Olivier Marleix, Diputado de Eure y Loir

Jean-Louis Masson, Diputado de Var

Gérard Menuel, Diputado de Aube

Sébastien Meurant, Senador de Valle del Oise

Brigitte Micouleau, Senadora de Alto Garona

Jean-Marie Morisset, Senador de Deux-Sèvres

Philippe Mouiller, Senador de Deux-Sèvres

Jérôme Nury, Diputado de Orne

Jean-François Parigi, Diputado de Sena y Marne

Bernard Perrut, Diputado de Ródano

Didier Quentin, Diputado de Charente Marítimo

Damien Regnard, Senador de los Franceses en el Extranjero

Frédéric Reiss, Diputado de Bajo Rin

Jean-Marie Sermier, Diputado de Jura

Bruno Sido, Senador de Alto Marne

Eric Straumann, Diputado de Alto Rin

Guy Teissier, Diputado de Bocas del Ródano

Jean-Louis Thiériot, Diptuado de Sena y Marne

Claudine Thomas, Senadora de Sena y Marne

Laurence Trastour-Isnart, Diputado de Alpes Marítimos

Michel Vaspart, Senador de Costas de Armor

Pierre Vatin, Diputado de Oise

Patrice Verchère, Diputado de Ródano

Jean-Pierre Vial, Senador de Saboya

Stéphane Viry, Diputado de Vosgos

Eric Woerth, Diputado de Oise

 

Publicado en Le Figaro.

Traducido por Verbum Caro para La Gaceta.

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