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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La OEA inicia el proceso para echar a Venezuela y declara ilegítimo a Maduro

La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este martes en su Asamblea General una resolución que abre la puerta a la suspensión de Venezuela del organismo y declara ilegítima la reelección de Nicolás Maduro como presidente en las elecciones del 20 de mayo.

La resolución fue impulsada por los 14 países del Grupo de Lima y por el Gobierno de Estados Unidos, cuyo vicepresidente, Mike Pence, pidió este lunes a 22 de los 34 países miembros activos de la OEA que votaran para suspender a Venezuela con el fin de devolver la «libertad» a los venezolanos.
Esta es la primera vez que se aprueba una resolución sobre la crisis en Venezuela durante una Asamblea General, el foro político más importante de la OEA, que concluye este miércoles.
La resolución, de por sí, no supone el inicio del proceso de salida de Venezuela, pero constituye un compromiso formal de los países para suspender al país caribeño, la mayor sanción de la que dispone la OEA y que, en sus 70 años de historia, solo se ha aplicado a dos países: Cuba y Honduras.

Los pasos a seguir para la suspensión

La suspensión no es automática: es necesario convocar una Asamblea General extraordinaria con los cancilleres de las Américas y obtener el respaldo de 24 países, es decir, dos tercios de los miembros de la OEA (Cuba pertenece al organismo pero no participa en él desde 1962).
El texto fue aprobado con 19 votos a favor, entre los que figuran EE.UU. y los 14 países del Grupo de Lima, a los que se sumaron República Dominicana (aliado tradicional de Venezuela), así como Bahamas, Jamaica y Barbados, tres países caribeños que ya en febrero respaldaron una iniciativa para que Maduro cancelara las elecciones.
En la votación, que se hizo a viva voz, se abstuvieron 11 países, entre los que figuraban aliados tradicionales del Gobierno de Nicolás Maduro, como Nicaragua, que diplomáticamente se encuentra en una situación complicada debido a una crisis sociopolítica que desde abril ha dejado más de cien muertos y un millar de heridos.
También fue significativa la abstención de otros siete socios regionales de Venezuela: Belice, Surinam, Trinidad y Tobago, Haití, Antigua y Barbuda, El Salvador y Ecuador, país este último que ha cambiado su posición de apoyo a Maduro con la salida del poder de Rafael Correa, sustituido en la Presidencia por Lenín Moreno.
La lista de abstenciones la completan San Cristóbal y Nieves, Belice, Uruguay y Granada.
En contra de la resolución votaron cuatro países: San Vicente y las Granadinas, así como Venezuela, Bolivia y Dominica.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, consideró que el proceso para aprobar la resolución ha sido «un circo» orquestado por Washington y se burló de los intentos de los estadounidenses por reunir los 24 votos que serían necesarios para aprobar la suspensión de Venezuela del organismo.
De forma irónica, Arreaza dijo que «lamentablemente» los países que hoy aprobaron la resolución no podrán llamar a Pence, con el que se reunieron el lunes, para decirle que han cumplido con la «misión» que les encomendó, puesto que no han conseguido los votos necesarios para suspender a Venezuela.
No obstante, Venezuela ya pidió dejar la OEA el 28 de abril de 2017, una salida que por cuestiones procedimentales no será efectiva hasta dos años después, en 2019. «Nosotros ya nos fuimos», afirmó Arreaza, que consideró que el proceso ha sido «todo un absurdo».

No reconocen la victoria de Maduro

La resolución incluye una condena de las elecciones del 20 de mayo, en las que Maduro fue reelegido como presidente, así como una petición para que el Gobierno permita el ingreso de ayuda humanitaria y para que se restaure «la plena autoridad» de la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, consideró vital abrir «un canal humanitario» en Venezuela para socorrer «a un país en caída libre».
«La apertura del canal humanitario es un punto en el cual no podemos ser tolerantes o condescendientes, tenemos que insistir en la apertura de un canal humanitario. Los plazos de la gente no son los plazos de la diplomacia, tenemos que acelerar los pasos para abrir ese canal», insistió Almagro en una rueda de prensa.
En la práctica, la resolución sobre Venezuela sirve para establecer el criterio de legalidad y legitimidad del continente americano con respecto al Gobierno de Maduro y abre la puerta a una estrategia regional para cambios en las relaciones diplomáticas y la imposición de sanciones.

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