Desde 2015 llegaron a Alemania más de 1,3 millones de refugiados. El grueso de ellos entró por Baviera, frontera sur del país.
La canciller alemana, Angela Merkel, contradijo a su nuevo ministro de Interior, Horst Seehofer, al sostener que tanto los cuatro millones de musulmanes que viven en el país, como su religión, el islam, «pertenecen a Alemania».
En rueda de prensa junto al primer ministro sueco, Stefan Löfven, Merkel fue preguntada por la primera entrevista concedida por Seehofer tras asumir el cargo, en el que se desmarcó de la posición defendida por la canciller en el pasado y aseguró que «el islam no pertenece a Alemania».
El líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado con la Unión Cristianodemócrata (CDU) que lidera Merkel, desencadenó así el primer disenso público entre los miembros del nuevo gobierno alemán, que tomó posesión el miércoles.
Merkel fue clara en su respuesta y, tras subrayar que el carácter del país está fuertemente marcado por el cristianismo, recordó que viven en él cuatro millones de musulmanes, que ejercen en Alemania su religión. «Estos musulmanes pertenecen a Alemania y del mismo modo su religión, el islam, pertenece a Alemania», recalcó la canciller para abogar por un islam acorde con los principios de la Constitución y defender la convivencia entre religiones.
Seehofer, en una entrevista publicada por el «Bild», se había desmarcado de la posición de Merkel, distanciándose de la frase «el islam pertenece a Alemania» que pronunció el expresidente alemán Christian Wulff y que luego fue asumida por Merkel.
El líder conservador bávaro precisó que los musulmanes que viven en el país «obviamente si pertenecen a Alemania». «Eso naturalmente no significa que por falsa condescendencia debamos renunciar a nuestras costumbres típicas», agregó Seehofer, quien durante la pasada legislatura fue especialmente crítico con la gestión de la crisis de los refugiados por parte de la canciller.
En la rueda de prensa habitual del Gobierno, el portavoz del Ministerio de Interior, Johannes Dimroth, dijo que las declaraciones de Seehofer debían ser tomadas en su contexto y no tomar de ellas sólo una frase aislada. «El ministro dijo también que había que seguir trabajando con las organizaciones musulmanes en el marco de la Conferencia Alemana sobre el Islam», dijo Dimroth.
La Conferencia Alemana sobre el Islam es un foro creado por Wolfgang Schäuble cuando era ministro de Interior para fomentar el diálogo entre el Gobierno y los musulmanes que viven en Alemania.
El presidente del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania, Aiman Mayzek, criticó las declaraciones de Seehofer. «No se puede decir que los musulmanes pertenecen a Alemania pero el islam no, eso no es posible», dijo en declaraciones a la televisión privada n-tv.
Como ministro de Interior, cartera que reclamaron en las negociaciones de coalición los conservadores bávaros, Seehofer quiere crear las condiciones para que solicitantes de asilo cuya petición haya sido rechazada pueden ser expulsados más rápidamente del país.
«Pondremos en práctica lo que estamos pidiendo desde hace años. Entre otras cosas declarar como seguros más países de origen, un plan maestro de deportaciones y la intensificación de la lucha contra las causas por las cuales la gente huye», apuntó el ministro. «A aquellos que necesitan protección naturalmente tenemos que dársela y tenemos que hacer todo para integrar a los que se queden», añadió.
Desde 2015 han llegado a Alemania más de 1,3 millones de solicitantes de asilo y el grueso de ellos entró por Baviera, frontera sur del país.