«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Amando de Miguel es catedrático emérito de Sociología en la Universidad Complutense (Madrid). Siguió estudios de postgrado en la Universidad de Columbia (New York). Ha sido profesor visitante en las Universidades de Texas (San Antonio) y de Florida (Gainesville). Ha sido investigador visitante en la Universidad de Yale (New Haven) y en El Colegio de México (DF). Ha publicado más de un centenar de libros y miles de artículos. El último libro publicado: Una Vox. Cartas botsuanas (Madrid: Homo Legens, 2020). Su último trabajo inédito: “La pasión autoritaria de los españoles contemporáneos”.
Amando de Miguel es catedrático emérito de Sociología en la Universidad Complutense (Madrid). Siguió estudios de postgrado en la Universidad de Columbia (New York). Ha sido profesor visitante en las Universidades de Texas (San Antonio) y de Florida (Gainesville). Ha sido investigador visitante en la Universidad de Yale (New Haven) y en El Colegio de México (DF). Ha publicado más de un centenar de libros y miles de artículos. El último libro publicado: Una Vox. Cartas botsuanas (Madrid: Homo Legens, 2020). Su último trabajo inédito: “La pasión autoritaria de los españoles contemporáneos”.

El bloque hispánico no existe

4 de agosto de 2022

El mundo se organiza, o se desorganiza, en forma de la coexistencia de distintos bloques culturales o políticos. El bloque los países hispánicos, lo que, aquí, llamamos Iberosfera, es muy potente, culturalmente, pero, como conjunto, sus efectos políticos son muy escasos. Cuenta con un formidable activo: el castellano como idioma común, uno de los pocos de comunicación internacional. En todo caso, funciona en la Iberosfera una especie de factor común de tipo político: la predominancia del progresismo en las minorías rectoras. Es una mezcolanza del indigenismo (donde hay poblaciones indígenas diferenciadas), restos nacionalistas, comunistas y socialistas, importación del feminismo o el ecologismo radicales. La combinación es aciaga para desprenderse de la hegemonía que marcan los otros bloques, singularmente, el estadounidense y el chino. En la práctica, la mayor parte de los países de la Iberosfera siguen dominados por elementos tan tradicionales como el personalismo, el caciquismo, el caudillismo, el autoritarismo. La corrupción política es un elemento atávico. De forma más ostentosa, muchos de los jefes de Gobierno de la región dan la impresión de verdaderos indocumentados. Uno de los más destacados por su mediocridad es el actual presidente de México. El de España no le va a la zaga. Con estos bueyes tenemos que arar.

Habría que tener mucho cuidado en que no fueran estímulos para la corrupción política, el mal endémico de la Iberosfera

Todos estos caudillos del bloque hispánico se creerán “progresistas”, pero, la verdad es que poco progreso ofrecen a sus respectivos países. Para lo cual se necesitaría dar un vuelco a la política de la región para llevar a cabo proyectos de gran envergadura, realizados de forma conjunta y solidaria por varios países. A título de ejemplo, y como simple lucubración, se me ocurren algunas propuestas en el sentido indicado. Todas ellas suponen un gran esfuerzo económico, que debería ser adelantado por los países más prósperos y con la ayuda del Banco Mundial u otras agencias parecidas. El factor común de todas las iniciativas sería, de forma inmediata, la creación de muchos miles de puestos de trabajo. Naturalmente, habría que tener mucho cuidado en que no fueran estímulos para la corrupción política, el mal endémico de la Iberosfera, por razones que, ahora, no hay por qué explicitar. La lista ofrecida es una forma de empezar a pensar. Habrá otras muchas iniciativas de similar alcance. Lo importante es caminar de una forma conjunta y con propósitos de verdadero progreso. El orden de las propuestas es, meramente, expositivo:

  1. Tendría mucho interés simbólico un acuerdo entre Perú, Bolivia y Chile para abrir un paso desde las tierras bolivianas hasta el mar, aproximadamente, por Arica y el desierto de Atacama. Ese corredor permitiría la explotación conjunta de las inmensas reservas minerales de la zona. Bolivia se quedaría con el dominio político del nuevo territorio, una reivindicación histórica. Otra posibilidad del acuerdo sería el de una empresa común a los tres países para explotar los recursos pesqueros de la costa del Pacífico con base en Arica, que tendría que transformarse en un gran puerto de contenedores.
  2. No estaría mal un acuerdo, verdaderamente histórico, para renunciar a la producción de drogas estupefacientes en muchos países del bloque. Naturalmente, una decisión de ese tipo debería acompañarse de una decidida política de renovación de la agricultura y la ganadería. Las posibilidades son inmensas. 
  3. Un proyecto de gran envergadura y de enorme utilidad sería la construcción de una línea de ferrocarril de alta velocidad entre Valparaíso, Santiago, Mendoza y Buenos Aires, unos 900 kilómetros a lo largo del mismo paralelo. Sería tanto para pasajeros como para trenes de contenedores y atravesía el murallón de los Andes a través de un imponente túnel. Al igual que en el caso de Arica, esta infraestructura, serviría para conectar mejor la región con la actividad comercial de China y otros países asiáticos y australianos. Sería una excelente vía de salida para la exportación de materias primas del llamado Cono Sur americano: trigo, cobre, petróleo, carne, pescado, etc. Al paso que vamos en el mundo, estos bienes elementales van a experimentar un alza cuantiosa de los precios.
  4. Más peliaguda es la reforma de la circulación de personas entre los diferentes países de la región, y de esta a los Estados Unidos de América. Desde liego, debe ser proscrita la corriente de refugiados políticos. La, estrictamente, migratoria, debe ser canalizada con generosos acuerdos bilaterales. España y Portugal podrían recibir muchos inmigrantes de ese tipo. Se requiere un gran esfuerzo formativo para adiestrar a la población dispuesta a emigrar dentro del espacio de la Iberosfera.

Insisto en que la lista propuesta, solo, es una iniciativa no especializada, de sentido común, para empezar a hablar. Habrá quien la haga más explícita y con mayor fundamento. Mi imaginación y mis conocimientos conocen un límite. Huyamos de retóricas y digamos al pan, pan; y al vino, vino.

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