«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Madrileña, licenciada en Derecho por la UCM. En la batalla cultural. Española por la gracia de Dios.
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El parque temático

2 de diciembre de 2023

Estoy dándole una vuelta a silenciar las palabras congreso y diputados en Twitter para preservar lo poco que me queda de salud mental. Pensarán ustedes que me desagradan las malas formas que allí se gastan y aciertan. Me horroriza ver a las aizpurúas, rufianes y nogueras someter bajo su bota a un sumiso Gobierno de España, que se deja humillar complacido, presa de esa parafilia de la que nos hace partícipes involuntarios a todos los españoles, le hayamos votado o no, para luego ejercer su propio ejercicio de sadismo sobre la oposición. Sobre la que se deja. Todavía resuenan en mi cabeza por las noches cuando trato de conciliar el sueño las extrañas carcajadas de Sánchez desde la tribuna del Parlamento como si eso fuera una taberna a las tres de la mañana. Si yo tuviera niños pequeños no les dejaría ver al presidente del Gobierno, como el que no les deja ver películas de terror hasta llegada cierta edad.

Pero lo que me ha llevado a pensar en silenciar las palabras congreso y diputados en Twitter, al menos durante esta semana, fue un vídeo de ayer en el Congreso en el que aparece un individuo guitarra en mano, sentado en el hemiciclo cantando doliente y trascendente mientras el pueblo –qué mal suena ‘el pueblo’, mejor ‘la ciudadanía’–, mientras la ciudadanía sin reparar en su sonora presencia visitaba la sede de la soberanía nacional y toqueteaba los escaños charlando entre ellos: «Mira, aquí se sentaba la Irene Montero y esa es la columna de la Tania». Eso parecía una corrala, una especie de parque temático, me faltaba un tío vendiendo kleenex, a otro haciendo malabares, a una señora con su mesita echando las cartas y a una gitana vendiendo hierbabuena. Aunque si lo pienso bien, ese panorama habría sido más serio que el día de la investidura.

El tipo de la guitarra corona su figura con una cabeza llena de rizos estudiadamente despeinados que sujetan unos cascos que le impiden escuchar el poco caso que le hace la ciudadanía y canta su canción, más que concentrado, yo diría en trance. Un tema muy bonito con sus momentos de ahahahahahah que rozan el drama. Borja Semper mira la escena embelesado a un par de metros de distancia haciendo gala de su inmensa sensibilidad por el mundo de la cultura. Me da que Borja es muy intenso. Casi con toda seguridad son amigos –el cantante y él– porque el muy posible cantautor –no sé a ciencia cierta que componga sus canciones, pero tiene pinta– tiene nombre vasco, así que es muy probable que incluso lo haya traído Semper, pero esto es opinión, no información. Quizá esto tenga que ver con la oposición proporcional y proporcionada de la que ha hablado Feijoo esta semana. Tú me das un golpe de Estado, yo te lleno esto de cantautores. Si fuera este el caso, yo lo vería un poco desproporcionado, no lo sé. Habría que valorarlo si se confirma a lo largo de estos días.

Miquel, que así se llama el susodicho, canta algunas frases que me hacen pensar que no ha elegido la canción a la ligera y que quizá sean una indirecta a Borja Semper en su calidad de portavoz nacional del Partido Popular, sabedor de que es el único que le presta atención: 

Demasiadas veces siento que no estás ni se te espera

(…)

 haces broma del problema

(…)

 prepárate para el huracán, ya noto su brisa, ya llega

(…)

 y me siento tan idiota por mi falta de memoria

(…)

 no conozco ni quiero saber cómo acabará mi historia ahaahahahahahaha

(…)

 ven y ahuyéntame el desastre

(…)

 ven a alumbrarme las penumbras con tus alas de cristal

siempre a punto de llegar ahaahahahahahaha

Me temo que Borja no se da por enterado de la pedrada —demasiadas veces siento que no estás ni se te espera—, disfruta del ambiente, se congratula de lo bonito que es tener a la ciudadanía tres días al año pululando por el Congreso como si todos fuéramos iguales y continúa su periplo de viernes madrileño que es muy agradable. 

Mientras tanto, yo espero que el numerito siguiente de esta semana especial de puertas abiertas al pueblo sea traer a los que rezan en Ferraz al hemiciclo y soltar a los leones, no a los de piedra, a unos de verdad, para que se den un festín, por aquello de la ley del bienestar animal. Son los nuevos de tiempos del progresismo.

La verdad es que con tanto circo y atracción cualquiera diría que se está dando un golpe desde el mismísimo Gobierno, ¿verdad? Pues de eso se trata.

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