La sociedad británica tiene un problema grave con sus niños. La pedofilia, entre figuras importantes de los medios de comunicación y del espectáculo como Jimmy Savile, que hasta violaba a niños con cáncer en los cuartos de las clínicas donde exigía encerrarse a solas con ellos, a los que pretendía ayudar mediante una sociedad que se inventó y fundó de recaudación para apoyo a los niños enfermos, más el llamado «rey del glam», el pederasta convicto Gary Glitter, con causa borrada en Cuba (el castrismo falló a su favor) y cárcel en Viet-Nam… Ahora surge la polémica en torno a cientos de niñas secuestradas, explotadas sexualmente, violadas, asesinadas, por inmigrantes, en su mayoría paquistaníes, que conformaban las «gentilmente» denominadas por la prensa británica «bandas de seductores».
En X inquiere el llamado Capitán General de los Tercios: «250.000 niñas británicas blancas han sido violadas en los últimos 25 años, en su mayoría por hombres musulmanes», expresó Lord Pearson en la Cámara de los Lores. ¿Por qué se ha silenciado esto durante años? Nuestros gobernantes son nuestro peor enemigo. Permitirán y animarán la invasión.
El DailyMail publicó la siguiente denuncia:
Mientras aumentaba la presión sobre el Gobierno para que realizara una investigación pública sobre el escándalo, la denunciante Maggie Oliver dijo que no tenía fe en el deseo del primer ministro de llegar a la verdad.
La Sra. Oliver, que ayudó a exponer el fracaso a la hora de abordar el problema de las bandas de pedófilos en Rochdale, intervino después de que el Partido Laborista bloqueara los pedidos de una investigación pública sobre las violaciones y los abusos sexuales cometidos por bandas en la vecina Oldham.
Esto ocurrió después de que Sir Keir Starmer se viese envuelto en una extraordinaria disputa pública con Elon Musk por su manejo del escándalo durante sus cinco años como director del Ministerio Público.
El hombre más rico del mundo afirmó que el primer ministro era «cómplice» del «peor crimen masivo en la historia de Gran Bretaña»…
… El multimillonario también reanudó su guerra verbal de seis meses con el primer ministro, al que Downing Street ha estado tratando de calmar. «¿Quién era el jefe del Servicio de Fiscalía de la Corona cuando se permitió que bandas de violadores explotaran a niñas sin enfrentarse a la justicia? Keir Starmer, 2008-2013», manifestó.
El caso explota a raíz de que la ministra de protección internacional Jess Phillips se negase a investigar estos casos verdaderamente monstruosos. En uno de ellos una de las niñas después de ser maltratada salvajemente y violada, fue convertida en trocitos de carne e hicieron kebab.
Por un escándalo mucho menor que el que hoy nos ocupa debieron dimitir anteriores primeros ministros, entre los que se encuentra Boris Johnson, quien como es natural no ha callado frente al problema.
Víctimas sobrevivientes del horror han testimoniado y aseguran que son conscientes de que no se está haciendo nada para atrapar a los culpables, pues a algunos de ellos se les ha dado inclusive la facilidad de escapar a otros países.
Samantha Smith comenta también en X: «Lucy Lowe fue asesinada y su casa incendiada con su familia dentro. Charlene Downes fue desmembrada y vendida como carne de kebab. A Victoria Agoglia le inyectaron una dosis letal de heroína. ¿Dónde está su justicia? ¿Dónde está su cobertura? ¿Por qué nadie sabe sus nombres?».
Keir Starmer debe dimitir de inmediato, aunque no sin antes poner en marcha una investigación profunda y determinar expulsiones del país. Los niños no se tocan. Por el contrario, el primer ministro laborista ha anunciado un millón de paquistaníes que serán aceptados en Gran Bretaña. El crimen tiene nombre y apellido, en lo que a mí me concierne no me conformaría con una simple dimisión, Starmer también debería ser juzgado y encarcelado.