«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.
Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.

La vida al baño María

20 de julio de 2022

Es una metáfora excelente de lo que no debería ser la política que me regaló el otro día Cayetana Álvarez de Toledo. Tiene toda la razón. Los políticos deben quemarse en el fuego de las ideas aun a riesgo de morir abrasados, pero no hay otra forma útil si lo que se quiere es inflamar los ya de por sí gélidos electores. Pasión, pasión y más pasión, eso sí, al servicio de la racionalidad, de lo reflexionado, de la cultura, del sentido común, de la defensa de la libertad, de la justicia social. Pero pasión, indiscutiblemente.

¿A nadie le extraña que el PP no se muestre más beligerante ante un Sánchez que desea todo el poder para su soviet particular?

Por desgracia tenemos muchos políticos que hacen cara de estar al baño María tan ricamente. Son lo que en mi tierra denominamos peixos bullits, pescados hervidos, insípidos, sin gracia, sin ningún tipo de encanto ni interés. Los que pretendidamente dicen ser de izquierdas, en cambio, son partidarios de la pirotecnia discursiva, de las hogueras para quemar herejes fascistas y del fuego purificador del Koljós, esas granjas colectivas instituidas por Lenin que robaban las tierras a sus legítimos propietarios para luego quedárselas el estado mediante la triquiñuela de fingir que era el campesinado quien las poseía. Un burdo brasero ideológico para crédulos fanáticos que lo único que hacía era cambiar la propiedad de manos de unos a otros. Siempre sucede lo mismo, es el sempiterno fuego que anima a la izquierda a quedarse lo que no es suyo más o menos a la brava; antes, vía milicianos que llegaban a tu casa a robar y, además, se llevaban a unos cuantos para asesinarlos; ahora, de momento, vía impuestos y más impuestos que no te permiten ni respirar porque el estado, camaradas, lo quiere todo.

Mientras tanto, la derecha convencional sigue cómodamente sentada en su agua tibia, sin mover sus gloriosos culos ante lo que está pasando en España, que no es ni más ni menos que la creación de una brecha insalvable entre los unos y los otros con sanción gubernamental. ¿A nadie le extraña que el PP no se muestre más beligerante ante un Sánchez que desea todo el poder para su soviet particular? ¿Ha de estar Feijóo todo el día pidiendo perdón, a ver si así capta votantes socialistas?

No son tiempos para tibiezas y la sensatez no radica en darle la razón siempre al contrario o, mucho peor, en fingir que te opones a él para luego pactar (…) repartos en organismos del Estado

No son tiempos para tibiezas y la sensatez no radica en darle la razón siempre al contrario o, mucho peor, en fingir que te opones a él para luego pactar no se sabe cuantos repartos en organismos del Estado. Sánchez está soltando peso muerto –véase las dimisiones de Lastra o Dolores Delgado– y trabaja en la urdimbre de un nuevo escenario en el que bilduetarras y Esquerra sean sus socios junto con los comunistas en un nuevo Gobierno de coalición que promueva un referéndum sobre la forma de Estado. Lo ha dicho Pablo Iglesias en clave de humorada, pero hay un trasfondo muy grave. Lo saben en el Congreso los partidos socios del gobierno, lo saben los periodistas bien informados, lo sabe incluso el PP y no digamos ya VOX.

¿Hay que seguir al baño María, hay que esperar hasta que se pasen de hervidos, o hay que ponerse a trabajar en serio?

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