Muchas son las opiniones que se vierten difamando el liberalismo, sobre todo por parte del socialismo y semejantes, que ven en las ideas liberales una fuerte amenaza a su Estado de sobreprotección, ineficiencia y despilfarro.
Los críticos hablan de la redistribución de la riqueza, y critican a los que la generan. Si no se generara riqueza, no se podría redistribuir, de ahí que los argumentos críticos caigan en la falacia y el populismo.
Uno no nace liberal, sino que uno a medida que transcurre su vida, va aprendiendo, analizando y viendo situaciones que le llevan a plantearse nuevas inquietudes y preguntas.
Mi experiencia personal refleja cómo pasé de ser un Conservador puro a un liberal convencido.
A medida que gané en formación, especialmente económica, vi como una economía proteccionista y teledirigida no ayudaba a generar riqueza, ni a potenciar las relaciones económicas entre los diversos agentes de un mercado.
Ese hecho, unido al hecho de conocer más mundo (otras culturas, ciudades, países, ideologías) me hizo ir incorporando a mi ideología conservadora otros aspectos, convirtiéndome día a día, y paso a paso, en un liberal convencido (convencido por mí mismo, y no por nadie).
¿Por qué soy liberal?
Soy liberal porque creo en la libertad y la diversidad de prensa, reunión, opinión, religión, opción sexual, política etc. Desde el respeto hay que saber aceptar y valorar que hay ideologías diferentes a la de uno mismo, las cuales no son mejores ni peores, sólo diferentes.
Soy liberal porque veo la libertad como un derecho natural, en el que nadie debe interferir. Los seres humanos no son propiedad de nadie salvo de ellos mismos.
Soy liberal porque creo que el libre mercado, los derechos de propiedad, la división del trabajo y el capitalismo son la esencia para el progreso económico y social del ser humano.
Soy liberal porque creo en una intervención mínima del Estado cómo única forma de acabar con la ineficiencia y la ineficacia en la gestión pública de algunos gobiernos.
Soy liberal porque defiendo que las privatizaciones, son en la mayoría de casos, la mejor forma de gestionar unos servicios, logrando que esos servicios sean de mejor calidad y a un menor coste que los públicos. Las economías de escala, la experiencia y la especialización son los aspectos que sustentan una mejor gestión privada en la mayoría de servicios.
No debemos caer en la lucha de ser de izquierdas o de derechas, ni tampoco en la de ser un buen o mal liberal, ya que son esas disputas las que desvirtúan el liberalismo, y las que arengan a los críticos.
Nadie puede vanagloriarse de ser más liberal que otro, ya que estarían incumpliendo el primer principio liberal, la libertad, ya que la mayor de las intromisiones en la libertad personal es la comparación con un fin de superioridad y crítica.
Alto y claro, y respetando al resto de ideologías que no son la mía, puedo decir que no soy más ni menos liberal que nadie, pero SI, soy LIBERAL.
