«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Perros maltratados

15 de diciembre de 2014

El espectáculo de la mendicidad en Madrid es bochornoso, dicho sea con el respeto que merece el indigente que se ve forzado a ello. Pero el descontrol al respecto me parece único en la Europa civilizada. Para conseguir una limosna usan una picaresca que, hasta cierto punto, es entendible, pero a partir de ahí, se llega, por ejemplo, a una cruel y vergonzosa conducta contra los animales; se puede ver a mendigos, en pleno centro de Madrid (calle Preciados, por ejemplo) con uno, dos, y hasta tres perros, aparentemente dormidos y tapados, sobre una colchoneta; y a cualquier hora del día, sea mañana o tarde.

Al lado de algunos perros había, incluso, un poco de comida, pero, en todos los casos, los perros estaban dormidos sin atender al alimento ni al bullicio propio de la calle, lo cual es imposible, dada la propia naturaleza de estos animales. Incluso observé a un mendigo acariciando la panza de uno de sus perros mientras éste permanecía dormido, inmóvil, ajeno a las atenciones cariñosas del amo, lo cual es también imposible. Era fácil entender que estos animales habían sido drogados para, de esta forma, ablandar el corazón y la sensibilidad de las personas y sacar dinero de forma tan despiadada para estos perros.

Hubo un tiempo en que algunas mujeres mendigos, sobre todo de la Europa del Este y Sudamérica, usaban bebés, propios o alquilados, para, una vez drogados, usarlos con las mismas intenciones. Parece que se pudo terminar con aquellos casos, al menos con la mayoría, pero ahora usan perros. Esto es pura degeneración de la especie humana, y en plenas fiestas de Navidad. No parece que exista sensibilidad suficiente por parte del Ayuntamiento de Madrid, ni siquiera de la Sociedad Protectora de Animales que, sin duda alguna, conocen esta vergüenza y abuso mejor que los viandantes. De no hacer nada, esta vergüenza se extenderá por otras ciudades, si no se ha extendido ya.

.
Fondo newsletter