«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Escritora y artista hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.
Escritora y artista hispano-francesa. Nacida en La Habana, Cuba, 1959. Caballero de las Artes y Letras en Francia, Medalla Vérmeil de la Ciudad de París. Fundadora de ZoePost.com y de Fundación Libertad de Prensa. Fundadora y Voz Delegada del MRLM. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios y por su defensa de los Derechos Humanos.

Politicuánto

18 de marzo de 2024

¿Por cuánto tiempo seguiremos así? Se preguntaban los cubanos a finales de los años sesenta a punto de cumplir la primera década de dominio castro-comunista. Después de sesenta y cinco años la pregunta es: ¿por cuánto tiempo aguantaremos más? Corea del Norte y Cuba son los regímenes que más tiempo llevan bajo la bota férrea y ninguneadora de almas del comunismo. Salir de debajo de su opresión no es para nada fácil.

Idénticas preguntas se hicieron y se hacen los nicaragüenses y los venezolanos, embarcados en la macabra aventura opresora por el régimen injerencista de los hermanos Castro. Y, eso que los venezolanos no eran como los cubanos, no, ellos no aguantarían tanto oprobio, pues soportaron y siguen soportando, ad infinitum. Y lo que les queda. Cojan turno y siéntense a esperar en la cola.

Los cubanos dejaron de ser seres humanos a ojos del mundo, para rebajarlos a una condición reductora muy local a nivel moral y existencial: seres cubanos.

¿Pudiera suceder en España el mismo proceso de convertir a seres humanos, a españoles, en zombis aguantones? Pues claro, es más, ya está ocurriendo. 

El comunismo -decía mi madre, que se transformaba en filósofa inmediatamente, cada mes en que los dos dedos de aceite de una botella que nos tocaban por la libreta de racionamiento, nos los vendían caros y rancios- es un transcurrir hacia la nada. Y en ese discurrir hacia la no existencia contiene y conlleva a una persistencia interior, a un cúmulo de presentimientos, abortados como sentimientos, todos vengativos in extremis, aunque silenciados, ocultos debido al miedo.

Con el tiempo se debe también empezar a lidiar con el resentimiento. El arma más valiosa que poseen los comunistas es la precisión con la que siembran el resentimiento, la envidia, en la mente de los demás. Corromper sentimientos, pudrir corazones, son otras de sus meticulosas quimeras, cuyos resultados se observan ya en España, en donde al igual que en Cuba, el manto freático regulado existía para que el cultivo produjera exitosos resultados. 

Entonces, desde el punto estrictamente político, ¿cuánto duraría el fenómeno de robotización masivo en una de las naciones que más ha aportado a la humanidad? Resulta también infinito, no se podría calcular en el tiempo, pero anda ya en un proceso que pudiera ser irreversible. Sí, porque el peor momento es cuando todo se extiende mediante y gracias a las acciones de una cierta oposición que se inclina más a satisfacer el servicio de los represores, presuntamente con la creencia ciega de que la conversación y, lo que es peor, la adhesión cobarde, pudiera mejorar en algo la situación, e incluso le aportaría ventajas en esa batalla, en medio de la tragedia sin retorno. 

Usar el circus politicus para resolver el politicuánto, o el politicuándo, constituye la peor solución a la que la oposición inextricablemente echa mano, ignorando a veces, otras no, que bailarían entonces al compás del danzón de lo que en realidad conviene a los titiriteros, y que esa misma oposición tibia no devendría más que pobres títeres en manos de un poder asfixiante que los rendiría a sempiternos claudicantes. 

Hoy es el novio de la que más visibilidad posee, pero esta gente siempre hallará cómo favorecer el enredo y la desesperanza a través de lo más bajo del ser humalo. Lo mejor es no darse por enterados, y seguir adelante con lo que realmente resulta necesario e imperativo: tumbarlos ya del poder, sacarlos del gobierno. Porque de lo contrario, lo único que nos espera es la dormidera en los laureles. La defensiva con ellos no funciona, en la ofensiva se desmoronan siempre.

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