«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Periodista. Licenciada en Ciencias de la comunicación / Universidad de Buenos Aires. Especializada en comunicación política y en campañas políticas. Directora editorial de FaroArgentino.com. Columnista en el Diario La Prensa y en La Derecha Diario. Es autora teatral y de cuentos infantiles. Gestora y productora cultural.
Periodista. Licenciada en Ciencias de la comunicación / Universidad de Buenos Aires. Especializada en comunicación política y en campañas políticas. Directora editorial de FaroArgentino.com. Columnista en el Diario La Prensa y en La Derecha Diario. Es autora teatral y de cuentos infantiles. Gestora y productora cultural.

Vacunas, el fracaso y la oportunidad europea

13 de abril de 2021

Una de las cosas más curiosas que tienen en común los burócratas es su capacidad de hablarse encima. Pero la presidente de la Unión Europea Úrsula Von der Leyen es un caso de estudio que deja al pastorcito mentiroso a la altura de un zócalo. No obstante ser el foco de todas las críticas esto no deteriora su enlosado. Ursula Gertrud Von der Leyen pasó oronda las denuncias de plagio de su tesis (¿qué le pasa a las élites políticas con el plagio?), los problemas sobre su falta de operatividad y transparencia en los puestos por los que deambuló. Pero conforme con el viejo principio jerarquiológico que reza que las personas son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad, hasta que alcanzan su máximo nivel de incompetencia, Úrsula se convirtió en diciembre de 2019 en presidente de la Comisión Europea. Desde entonces no ha pegado una: “Ya estoy cansada de ser el chivo expiatorio”, dijo en una entrevista reciente. Pobre, este mundo machista no le perdona el éxito.

Mucho se ha hablado de los orígenes de la mala praxis en la gestión de las vacunas de la Unión Europea. El retraso en el calendario de vacunación es ya de dos meses y contando. El fracaso desacredita a la UE pero sobre todo destruye la confianza en la burocracia instalada en Bruselas. Los sondeos de opinión son contundentes, los europeos no entienden el rumbo de las políticas contra el covid. Para Úrsula es como quien oye llover, virtuosa en el arte de esquivar el bulto y culpar a otros, tiene una sola certeza: no renuncia.

La presidente de la UE fue engañada como una colegiala por las farmacéuticas, cayó en triquiñuelas que hubiera evitado cualquier empleado administrativo del área de compras de una pyme pequeñita, de esas que los confinamientos cerraron para siempre. Tal vez el problema se relacione con la falta de conexión entre los resultados de su gestión y la forma en que llegan a los cargos. 

La cosa es que tanto Gran Bretaña como Estados Unidos tienen tasas de vacunación en torno al 50 por ciento y esta comparación es dolorosa

La soluciones que se le ocurren son proteccionismo y más burocracia, se sabe que para un herrero, todos los problemas se solucionan con el mismo martillo. Pero en un mundo global, las prohibiciones vuelven todo más caro, más lento y mucho más peligroso, las empresas deben solicitar un permiso previo, más soviético no se consigue. Los componentes de las vacunas se producen en muchos lugares y es posible que se trate de otro tiro en los pies. Bruselas le dio esteroides al “mecanismo de transparencia y autorización para la exportación de vacunas contra covid-19”, que permite a los 27 bloquear la exportación y presionar a los laboratorios, hecho que ya ha empezado a provocar conflictos diplomáticos.  Tal es el caso del primer ministro australiano, Scott Morrison, que responsabilizó recientemente a la Unión Europea por el atraso de la campaña de vacunación en Australia, al responder a las críticas de la oposición que la culpa la tienen: “los estrictos controles de exportación de la UE”

La cosa es que tanto Gran Bretaña como Estados Unidos tienen tasas de vacunación en torno al 50 por ciento y esta comparación es dolorosa. La UE ni se acerca a los objetivos marcados para el primer trimestre de 2021, en el que tenía previsto vacunar al 80 por ciento de la población mayor de 80 años y al 80 por ciento del personal sanitario. Los datos del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades señalan que a duras penas menos del 30 por ciento de los mayores de 80 años han recibido las dos dosis y que menos del 50 por ciento del personal sanitario ha recibido una vacuna. 

Ahora, la agenda de la UE está orientada a la perspectiva de género o a al Pacto Verde a pesar de las gravísimas consecuencias económicas

Las más de 60 actividades industriales relacionadas con las vacunas están centralizadas en 56 plantas, 47 de las cuales se ubican dentro de la UE, 6 en GB y 3 en Suiza; 32 de esos puntos tienen capacidad de elaborar los ingredientes necesarios y 34 se encargan del proceso final de formulación, acabado y llenado. Ursula Von der Leyen comunicó que las empresas distribuyeron aproximadamente 100 millones de dosis entre los 27 miembros y se habían exportado alrededor de 77 millones de dosis a 33 países. La Comisión también donó más de 30 millones de dosis a medio centenar de naciones incluidas en el programa Covax para países pobres. “Esto muestra que la UE es la región que más vacunas exporta en el mundo”, señaló Von der Leyen ante los líderes europeos tratando de salvar las papas. “La UE se enorgullece de ser el hogar de los productores de vacunas que no solo entregan a los ciudadanos europeos, sino que exportan a todo el mundo”, agregó. 

Pero esto no ha servido de consuelo. En Europa, el retraso es una tragedia económica. Para viajar dentro de la UE son necesarias pruebas PCR y crecen las restricciones y las protestas. El famoso pasaporte inmunitario no resolvería el problema ya que son muy pocos los europeos menores de 75 años vacunados. Del éxito de la campaña depende la salida de la crisis y los reconfinamientos predicen una catástrofe. Justo lo contrario de lo que está sucediendo en Estados Unidos, Israel o Gran Bretaña.

Los miles de funcionarios incapaces de tomar decisiones rápidas muestran una letal falta de liderazgo y valentía

Cuando se comenzó, en 2020, a negociar los contratos con las farmacéuticas, Estados Unidos utilizó la Defense Production Act para que las vacunas no pudieran ser exportadas si no se entregaban las dosis necesarias para vacunar a su población. Bruselas ingenuamente sólo reclamó “sus mejores esfuerzos” para cumplir con las entregas. Von der Leyen sí se ocupó en cubrir los flancos relativos a la responsabilidad civil, un mal crónico del burócrata. Los miles de funcionarios incapaces de tomar decisiones rápidas muestran una letal falta de liderazgo y valentía, sumado esto a la necesidad de tener salvoconductos que deriven las responsabilidades y no pongan en peligro sus sobrepagados puestos. Así, la desesperación, que es mala consejera, les jugó una mala pasada: el inefable evento de las 29 millones de dosis “escondidas” en la fábrica italiana recorrió los portales del mundo para que luego se comprobara que era una fake grande como una sandía. Vergonzosamente los funcionarios se vieron obligados a reconocer que de las dosis descubiertas estaban destinadas a la propia UE. 

Pero la UE no se diseñó así. La élite burocrática ha suplantado sus fines económicos que consiguieron esa prosperidad lograda gracias a la libertad de las personas, del capital y de los bienes de circular por su territorio, una contribución excepcional al crecimiento. Ahora se concentran en una agenda distinta, orientada a la perspectiva de género o a al Pacto Verde a pesar de las consecuencias económicas que para los europeos serán gravísimas. Su ideal económico pasó a último plano y el Tribunal Constitucional Federal de Alemania le diagnosticó un «déficit democrático estructural» en el sentido de que los procesos de toma de decisiones. Las élites no representan a nadie, no son transparentes y no rinden cuentas de sus fracasos. La estructura institucional es un elefante caro y lento desconectado de la ciudadanía.

Se comprueba que la arrogancia ideológica de sus elites la vuelve peligrosa para la salud y la economía de sus ciudadanos

En este sentido, la crisis de las vacunas es un catalizador y una metáfora de ese mamotreto en el que se ha convertido la UE, porque si se sabía que era ineficaz y cara, ahora además se comprueba que la arrogancia ideológica de sus elites la vuelve peligrosa para la salud y la economía de sus ciudadanos. Flaco favor le han hecho al proyecto Úrsula y su equipo. menos del 15 por ciento de los europeos ha recibido la vacuna, frente más del 50 por ciento de los británicos y casi al 40 por ciento de los norteamericanos. Hasta la OMS, otro paquidermo que se campanea en el bazar, hace leña del árbol caído y evalúa como “inaceptable” la pachorra en el ritmo de vacunación europeo. 

Nunca fue tanta la incertidumbre y tan poco claro el rumbo. Y esto sólo haciendo foco en la estrategia sanitaria, sin contar la crisis económica que traerá aparejada. ¿Sabían los europeos que la UE era tan ineficiente? Posiblemente los euroescépticos estén juntando agua para su molino. Buena ocasión para que los europeístas reconcentren fuerzas en volver al rumbo de libertad económica que nunca debieron haber perdido en manos de una burocracia que los tiene por ilotas. El proyecto europeo necesita una refundación, sirva la crisis de las vacunas como excusa.

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