«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Iván Vélez (Cuenca, España, 1972). Arquitecto e investigador asociado de la Fundación Gustavo Bueno. Autor, entre otros, de los libros: Sobre la Leyenda Negra, El mito de Cortés, La conquista de México, Nuestro hombre en la CIA y Torquemada. El gran inquisidor. Además de publicar artículos en la prensa española y en revistas especializadas, ha participado en congresos de Filosofía e Historia.
Iván Vélez (Cuenca, España, 1972). Arquitecto e investigador asociado de la Fundación Gustavo Bueno. Autor, entre otros, de los libros: Sobre la Leyenda Negra, El mito de Cortés, La conquista de México, Nuestro hombre en la CIA y Torquemada. El gran inquisidor. Además de publicar artículos en la prensa española y en revistas especializadas, ha participado en congresos de Filosofía e Historia.

Wokistas regios en Colombia

26 de agosto de 2024

Como es sabido, el príncipe Harry, es decir, Enrique Carlos Alberto David Windsor, duque de Sussex, ​ tiene un especial talento para meterse en líos. Recordemos que hace años tuvo la feliz idea de acudir a una fiesta de disfraces enfundado en un uniforme nazi. Desde entonces, el que debiera ser llamado Henry ha ofrecido abundante material a la prensa. Casado con Meghan Markle, su vida discurre, aparentemente, por cauces diferentes a los de la familia real británica. Aunque hace un tiempo la pareja, residente en los Estados Unidos, dijo renunciar a los auspicios y el tratamiento propios de su regia condición, lo cierto es que, en breve, en virtud de su ducado, recibirá 24 millones de euros. La lluvia de millones llegará, en cualquier caso, después de la reciente visita del príncipe y de su esposa a Cartagena de Indias, en la que ha sido su primera visita a una nación hispanoamericana, invitados por la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, mujer de raza negra, tal y como se subrayó hasta la saciedad durante su elección.

La gira del matrimonio estuvo envuelta en loables objetivos sociales acordes con el intento de la pareja de proyectar una imagen más cercana al pueblo. No en vano, desde hace tiempo, ambos se han mostrado preocupados por colectivos entre los que destaca el así llamado «racializado», del que la Markle formaría parte por albergar en su ADN, así lo demostraron las pruebas a las que se sometió, un 43% de genes nigerianos, atributo que conecta con la visita a San Basilio de Palenque, comunidad fundada en el siglo XVII por esclavos huidos, que mantiene algunas tradiciones de raíz africana. El objetivo de la escala, según el comunicado emitido por la vicepresidencia colombiana, fue «devolverle la dignidad a los pueblos étnicos y llevarles oportunidades y bienestar a nuestras mujeres, niños, niñas y jóvenes». Todo, insisto, muy loable, si no fuera… si no fuera por lo que representa quien ahora se dispone a gozar de los dividendos de una Corona que contempla desde la hispana California.

No deja de ser curioso que representantes de una de las casas reales que ha consumado algunos de los mayores expolios de la Historia, que alguien perteneciente a una sociedad marcada por un racismo que impidió el mestizaje, que quien se mantiene en la línea familiar de Guillermo III, accionista de la Compañía Real Africada, destinada a obtener beneficios traficando con esclavos en las mismas fechas en las que los cimarrones se asentaron en San Basilio de Palenque, sea el escogido por las autoridades colombianas para descargar la conciencia de un pasado criollo sobre el que se asienta la Colombia actual. Es, por otro lado, excesivo que sea precisamente a un inglés a quien se le permita salir en defensa de los pueblos étnicos, pues, ¿acaso no venía de Inglaterra el viento que impulsó un Destino Manifiesto que consideraba a los anglos el pueblo elegido, autorizado, incluso, para acabar con las naciones étnicas norteamericanas? ¿acaso doña Francia ignora ese viejo lema, acuñado en inglés, que afirma que «el único indio bueno es el indio muerto»?

La visita de Harry es otro ejemplo de la tradicional postración, con Simón Bolívar a la cabeza, de ciertas elites hispanas ante el mundo anglosajón, que poca dignidad puede devolver a los exterminados pueblos que barrió de las praderas. Lejos queda Blas de Lezo y las bravuconas monedas inglesas retiradas de la circulación tras la derrota de Vernon, precisamente en Cartagena de Indias. Ignoro si a la pareja se le mostró el monumento que allí se alza en honor al marino de Pasajes, un bronce que choca con el discurso negrolegendario del presidente Gustavo Petro, que acusó a España de llevar a América «una sociedad de yugo feudal», palabras que no impidieron que recibiera el aplauso del Congreso de los Diputados y el Collar de la Orden de Isabel la Católica, obsequio al que el alcalde de la Villa y Corte, sumó la Llave de Oro de Madrid.

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