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Madrileña, licenciada en Derecho por la UCM. En la batalla cultural. Española por la gracia de Dios.
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Yolandadas

9 de diciembre de 2023

Yolanda Díaz, segunda vicepresidente del Gobierno de España al menos mientras escribo estas líneas —a ver qué pasa ahora que Calviño se va—, ha vuelto a hacer yolandadas, si es que alguna vez dejó de hacerlas. Así que me veo en la obligación como buena ciudadana de hacer una columna de servicio público para alertar a aquellos incautos de las trampas de sus ocurrencias. Cuidado que Díaz las lía pardísimas. Así como resumen.

Propone la vicesegunda que para acceder al paro prepare el interesado una «declaración responsable» en la que indique los ingresos habidos en su unidad familiar en el último mes, y ya el Estado, que cree en su palabra a pies juntillas, le manda la prestación del paro correspondiente en función de dicha declaración.

Cómo han cambiado las cosas. Esto es un país progresista en el que todos confiamos en todos. Un país bello, amable, confiable, en el que basta una declaración —responsable, recuerden— para que le hagan una transferencia mensual sin aportar documentación alguna. Se acabó el fascismo burócrata y desconfiado. ¿No se siente usted mejor ante esta noticia? ¿Qué es eso de andar presentando documentos como si fuéramos presuntos delincuentes que queremos afanarle unos euros al país? Con la izquierda ha llegado la verdad, la igualdad, la solidaridad, la responsabilidad, la bondad. ¡Viva Estepaís! ¡Vivan las políticas progresistas! Ya lo dijo el gran Manuel Summers: «To er mundo é güeno».

Tan sólo hay un pequeño detalle sin mayor relevancia aparente. Cuando usted haga la declaración de la renta el año siguiente —ya sabe, para lo de la magia y los impuestos—, será la Agencia Tributaria la que revise que esa «declaración responsable» fuera real en su momento. Y créanme que si hay un organismo en España que sabe lo que hace es la Agencia Tributaria. Por ejemplo, Dios no lo quiera, usted es de La Coruña, tiene un accidente en Tarifa y queda inconsciente para dar ningún dato sanitario que les sirva a los médicos para una intervención de urgencia. Ha de saber que en la sanidad andaluza no tienen ninguna conexión con la gallega para conocer su historial sanitario. Qué buen rollito, ¿verdad? Porque las competencias sanitarias están transferidas a las comunidades autónomas. Sin embargo, si usted se salta un semáforo en Tarifa y le calzan una multa, no se preocupe que le localizarán en La Coruña, le mandarán la sanción y si no la paga, le embargarán la cuenta. Porque, queridos amigos, en España sabemos hacer bien las cosas cuando queremos. Otra cosa es que queramos. Pero para recaudar somos modernísimos. Una verdadera lástima que no se utilice su maravillosa organización y despliegue de bienes para sanidad y educación, y no sólo para sangrarnos.

Eso es lo que sucederá con la declaración responsable de marras. Ya hay precedentes al respecto, cuando la Agencia Tributaria tuvo que acudir a arreglar, o más bien a dar la puntilla, al tinglado colosal que se montó en el SEPE de la mejor ministra de Trabajo de la historia, léase Yolanda Díaz, durante la pandemia.

De los mil tipos de incidencias que se produjeron, les comento una que fue muy habitual. ¿Saben que hubo miles de personas que siguieron cobrando la prestación por el ERTE cuando ya trabajaban y habían notificado al SEPE su baja? A Yolanda se le había hecho en el SEPE una pelota de tales dimensiones que no daban para actualizar todas las notificaciones. Así pues, la gente quería devolver el dinero que le ingresaban de forma indebida y no tenía una cuenta donde hacerlo. El SEPE mandó miles de cartas con la información sobre cómo obrar en estos casos, pero no la mandó a todos los afectados que recibieron un dinero que no querían recibir y no sabían cómo devolver.

Así gestiona la fragrante, que diría Marta Lois, Yolanda Díaz. Pero llegó la declaración de la renta, amigos míos, y el desastre de la vicepresidenta de Empleo y ‘Cobetes’ salió de nuevo a relucir. La Agencia Tributaria, que tiene tiempo para cada uno de nosotros, no como el médico de la Seguridad Social, hizo que se computaran como ingresos todos los pagos indebidos del SEPE, y no contentos con eso, sancionaran a estos trabajadores por haber cobrado esas cantidades por error del Estado. Y todo esto porque no habían podido trabajar a causa de un confinamiento que el Tribunal Constitucional, antes de ser tomado por el Gobierno socialista, declaró ilegal. Todo esto debiéramos tatuárnoslo en la frente para que no se nos olvide jamás, que somos de frágil de memoria.

Con la yolandada propuesta me temo que Hacienda va a hacer otro negocio redondo. Con toda seguridad va a encontrar unas «declaraciones responsables» bastante irresponsables y las sanciones van a caer como churros. No se engañen, la banca siempre gana. Perdón, Hacienda siempre gana.

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