En pleno debate político sobre la concesión de la amnistía a los líderes separatistas del procés, ahora acusados de terrorismo, numerosos obispos españoles se han pronunciado. Aunque la Iglesia en España siempre se ha quedado al margen del golpe de Estado del 1 de octubre, el chantaje de los separatistas a Pedro Sánchez ha hecho que algunos prelados se opongan a esta medida.
Uno de ellos ha sido el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla: «Es profundamente inmoral que unos políticos amnistíen a otros políticos a cambio de recibir sus votos para seguir gobernando», ha manifestado en una clara referencia al pacto entre Pedro Sánchez y Puigdemont. En el programa Sexto Continente de Radio María, ha aprovechado para explicar que «supone por encima de todo la búsqueda del poder como el valor máximo. El ansia de poder llega a eliminar nuestros valores e ideales».
En esa misma línea, monseñor Munilla ha manifestado que «es especialmente doloroso que se pretenda tomar por tonta a una Nación al decir que se hace por el interés del bien común, eso no se lo cree nadie». Precisamente por eso ha criticado las concesiones de Sánchez a los partidos que atacan la ley: «Sánchez lo hace porque necesita esos votos para la investidura, es por el interés por el poder y no por el interés social».
También se ha mostrado contrario a la amnistía monseñor Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo. El prelado ha explicado en su cuenta de Twitter que «la amnistía no es un borrón con cuenta nueva. Los que delinquieron grave y violentamente contra la convivencia destruyendo un Estado de Derecho, determinan con su moneda de cambio el futuro de un pueblo». Una crítica que ha endurecido con una referencia bíblica: «Son cómplices que venden lo ajeno por un plato de lentejas para seguir en el poder».
La amnistía no es un borrón con cuenta nueva. Los q delinquieron grave y violentamente contra la convivencia destruyendo un Estado de derecho, determinan con su moneda de cambio el futuro de un pueblo. Cómplices q venden lo ajeno por un plato de lentejas para seguir en el poder.
— jesus sanz montes (@jsmofm) November 5, 2023
A estas declaraciones se han sumado las del obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra. En una carta remitida a los medios de comunicación, ha expresado que la amnistía es «moralmente cuestionable». Además, ha criticado que las regiones españolas «pretendan unilateralmente una configuración política de la propia realidad como Estado». En esa misma carta el prelado Gómez Sierra ha explicado que «cuando varias realidades culturales se hallan legítimamente vinculadas por lazos históricos, familiares, religiosos, culturales, económicos y políticos dentro de un mismo Estado, no puede decirse que cada una de ellas gocen necesariamente de un derecho a la soberanía política», ha zanjado.
El arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, ha querido también pronunciarse al respecto. El exsecretario general de la Conferencia Episcopal Española ha publicado en redes que «la amnistía podría ser valiosa si fuera recíproca y los amnistiados renunciaran a un proceso ilegal y unilateral, si fuera fruto de un acuerdo con mayoría cualificada, si no amparase la violencia contra las personas. Si no es así, amenaza la convivencia a la que dice servir».
Por último, ayer se pronunció sobre la amnistía el cardenal Antonio María Rouco Varela. En unas jornadas de Católicos y Vida Pública, el arzobispo emérito de Madrid ha explicado que la amnistía no concuerda con la Doctrina Social de la Iglesia: «Está claro que la doctrina sobre la secesión unilateral es clara. No es aceptable desde el punto de vista de la Doctrina Social de la Iglesia una secesión unilateral. Ese es el principio diremos ético, de moral social, que hay que tener en cuenta a la hora de juzgar este asunto».