El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, le prometió al Papa Francisco que hablará con el dictador nicaragüense Daniel Ortega para que deje en libertad al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez; una detención que el mandatario brasileño ha calificado como un «error» por parte de la tiranía sandinista.
Lula se reunió el miércoles por espacio de 45 minutos con el Sumo Pontífice en el Vaticano. Entre los temas tratados durante el encuentro surgió la situación del religioso nicaragüense que recientemente fue sentenciado a cumplir casi 26 años de cárcel tras negarse a ser desterrado por parte de la dictadura, que a principios de año envió a 222 prisioneros políticos a los Estados Unidos y posteriormente les arrebató la nacionalidad.
“Yo hablaré con Ortega para que le puedan dar la libertad porque es necesario aprender a pedir perdón (…) y reconocer este error”, dijo el jefe de Estado brasileño en una rueda de prensa tras finalizar su encuentro con Francisco.
Actualmente el sacerdote nicaragüense se encuentra prácticamente aislado en una cárcel de máxima seguridad; una situación que sus seres cercanos han denunciado reiteradamente.