«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

¿Es adicto al sexo? Síntomas y tratamiento

De la mano de Saluspot, explicamos qué es y cómo se trata la adicción al sexo.

Entendemos por adicción aquella dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el propio equilibrio psíquico del sujeto, así como la afición extrema a alguien o algo. La adicción al sexo, también denominada “donjuanismo”, tiende por norma general a practicar sexo apremiante. Este tipo de dependencia presenta un conjunto de conductas que se desarrollan de forman repetitiva y con frecuencia tiene una naturaleza compulsiva, estando siempre destinadas a la práctica de sexo. Toda la actividad que genera el sujeto en exceso, produce una activación directa general del sistema de recompensa cerebral, siendo esta retribución tan fuerte que incluso puede llegar a descuidar las ocupaciones profesionales o las tareas domésticas en su vida cotidiana.  

Patrones de comportamiento

Los individuos con niveles de autocontrol inferiores están más predispuestos a desarrollar una posible adicción al sexo, lo que sugiere que en algunos pacientes puede ser evidente observar patrones de comportamientos determinados que han sido establecidos con anterioridad a la aparición del problema.

Una de las principales características diagnósticas en este tipo de problema se define como una agrupación de síntomas comportamentales y físicos, entre los que se encuentran la abstinencia, la tolerancia y el fuerte deseo de tener sexo. Una vez desarrollado el patrón repetitivo e intenso de ejecución de sexo, el sujeto puede emplear una gran cantidad de tiempo en obtener y consumir ese tipo de sexo.

Causas de la adicción al sexo

Son variadas y tienen aspectos comunes a factores derivados del proceso evolutivo del sujeto, como pueden ser la presencia de una familia problemática y desestructurada, en algunos casos con abusos infantiles, y puede ir acompañada del fracaso social.  En algunos casos, los propios rasgos de personalidad pueden facilitar el desarrollo de este tipo de adicción, que, según las últimas investigaciones, afecta a un 6% de la población.

Síntomas de la adicción al sexo

Tiene que existir un patrón problemático que provoca un deterioro o malestar significativo.

Tiene que darse una frecuencia alta y muy prolongada en el tiempo, es decir, que ocupe mucho tiempo en su vida diaria.

Existencia de un deseo persistente o un esfuerzo que haya producido el fracaso de abandonar o controlar la ejecución de sexo.

Que se invierta mucho tiempo en la búsqueda de sexo y su práctica, así como una ansia o un deseo vigoroso y activo de consumir sexo.

Coexistir con un consumo repetido y que conlleve un incumplimiento de los deberes fundamentales en su trabajo, escuela u hogar, así como el abandono de actividades sociales, profesionales o de ocio.

Que provoque problemas sociales o interpersonales persistentes y recurrentes, que son generados por la práctica de sexo.

Continuar teniendo sexo a pesar de tener conocimientos de que existe un problema psicológico persistente o recurrente, generando una baja autoestima.

Tolerancia, que se puede definir por algunos de los siguientes hechos:

Necesidad imperiosa de tener sexo para conseguir el mismo efecto deseado que provocaba inicialmente.

Un efecto notablemente reducido tras la práctica de sexo.

Abstinencia, que se manifiesta por alguno de los siguientes acontecimientos: Presencia del síndrome de abstinencia provocado por no practicar sexo | Se hace uso de otro tipo de sexo, como por ejemplo la masturbación para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia. 

En muchos casos la conducta sexual se presenta de forma promiscua, yendo acompañada de engaños y mentiras.

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Tratamiento

Una de las técnicas más utilizadas para el tratamiento en este tipo de adicción al sexo es la terapia cognitivo-conductual, habiendo mostrado un alto porcentaje de éxito y eficacia en enseñar al paciente a gestionar y controlar la compulsión hacia el sexo y facilitarle herramientas para mejorar su calidad de vida y sus relaciones interpersonales.

En el caso de que se observe que el paciente presenta algún tipo de situación traumática vivida durante su vida, sería recomendable utilizar la psicoterapia EMDR, específica para trabajar con situaciones traumáticas.

Es importante entrenar al sujeto en técnicas de asertividad para mejorar sus relaciones sociales de una forma adecuada, así como la utilización de trabajos de exposición pautados y el uso de la psico-educación, con el objetivo principal de prevención en este tipo de adicción.

Por D. Vicente Alcántara Aceituno, miembro de Saluspot y psicólogo general sanitario en la Consulta Psicólogo Vicente Alcántara.

 

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