«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Dos años sin ver a sus hijas: el otro ‘caso Juana Rivas’

Su caso no copa las portadas como el de Juana Rivas, pero Antonio Martínez, padre de Rocío y María, relata a La Gaceta el calvario que está atravesando en estos dos años y una semana que sus pequeñas permanecen retenidas en Rumanía por su madre.

Antonio Martínez dejó a su pareja y sus dos pequeñas en el aeropuerto de Valencia hace dos años para coger un vuelo con destino a Rumanía. Las tres se iban a pasar el verano al país natal de la mujer, Simona Sandu. Tenían concertadas citas para el médico en septiembre de ese año (2015) -la mayor de ellas sufre diabetes tipo 1-, estaban escolarizadas y tenían comprados los libros de texto para el curso entrante.

Sin embargo, un día antes de la vuelta, Martínez explica a La Gaceta que recibió un ‘’whatsapp’’ de su pareja -con la que todavía mantenía una relación- diciéndole que no iban a volver a España: ‘’me dijo que no volverían, que ella las había parido y que no las vería nunca más’’. Ese día comenzaba la peor pesadilla de este empresario murciano.

Hasta la fecha Martínez cuenta con el respaldo judicial tanto en España como en Rumanía. Aquí los tribunales sentenciaron que la sustracción de las menores fue ilícita, una resolución que no es vinculante para el país del Este. Además de la vía civil, sus abogados comenzaron otro procedimiento por la vía penal por el que se ordenó una comisión rogatoria para que la rumana declarase (la primera vista de esta segunda pieza está fijada para este mes de octubre).

En Rumanía, según relata el letrado del denunciante a este diario, el tribunal de apelación les ha dado la razón y ha obligado a la madre a traer de vuelta a las niñas a su país. La decisión está pendiente de ejecución pero, a diferencia de lo que ocurre en España, la Justicia rumana presenta ciertas peculiaridades.

¿Por qué no regresan las niñas a su país?

Los tribunales le han dado la razón y aun así todavía no tiene a sus hijas. ¿Por qué? Rumanía ha suscrito el Convenio de la Haya, el mismo por el que Juana Rivas ha tenido que devolver a sus hijos a su exmarido Francesco Arcuri. Sin embargo, Rumanía se guarda una reserva por la que puede no ejecutar la restitución. Mientras en España es obligatorio cumplir la sentencia, allí, según explica el abogado de Martínez –Ernesto Moreno-, la ejecución puede ser paralizada apelando al interés del menor.

Se abre entonces un nuevo procedimiento en el que se evalúa a los niños y si es idóneo o no que regresen a su país de origen. Según el letrado, esto ya se dirimió en los juzgados cuando se le dió la razón en apelación a Martínez. Denuncia que se trata de una práctica habitual, de la que son conscientes las autoridades españolas, por las que ‘’se protege al nacional sin cumplir las normas internacionales’’.

‘’A través de la Comisión Europea vamos a intentar que se tomen medidas porque el caso de Antonio no es aislado. Tenemos un correo de la embajada española en Rumanía en el que lamenta la situación y asegura que es algo generalizado’’, comenta e. abogado.

Moreno, además, recuerda que todo esto debe dirimirse en los juzgados españoles, al gozar las pequeñas de esta nacionalidad y al haber sido nuestro país el escenario de la sustracción.

El calvario de Antonio

Desde el pasado mes de abril, cuando el Tribunal de apelación rumano le dio la razón, Antonio Martínez espera volver a abrazar a sus hijas. El murciano relata a este diario que hace unos días viajó hasta Rumanía al recibir una notificación que, por lo que entendió, le comunicaba que le iban a devolver a sus hijas. Resalta su abogado que todo tiene que ser traducido del rumano, de ahí la lentitud del proceso y las confusiones que se pueden generar.

Es lo que le ocurrió a su cliente. Al llegar a Rumanía, según el relato de este padre, se encontró al ejecutor -enviado por el juzgado para certificar la efectiva restitución-, a la madre con las niñas, a varios periodistas y a ‘’unos gorilas’’. Asegura que, tras una breve conversación con su expareja, el ejecutor decidió que las pequeñas no podían volver a España y que, al llamar a la Policía, aparecieron varios hombres de apariencia extraña. ‘’Temí por mi vida y salí de allí pitando. No me dejaron abrazar ni hablar con mis niñas’’, subraya. Esta es una de las imágenes de ese viaje, el que realizó con todas sus esperanzas y que finalmente no resultó satisfactorio

El día tres de abril de 2017 está tatuado en su memoria. Es la fecha en la que la Justicia rumana le dio la razón y el momento exacto en el que la actitud de las pequeñas hacia él cambió radicalmente. ‘’Hasta el día en el que le dijeron que tenía que entregar a las niñas, hasta ese día, las niñas hablaban conmigo de venir a España, me decían que me querían. A partir de ahí, me dicen que estoy loco, que no quieren verme. Están manipuladas por su madre’’, denuncia.

Los mensajes intercambiados con Rajoy

Juana Rivas ha copado las portadas y tertulias televisivas durante este verano. La Justicia ha ordenado la restitución de sus hijos a Francesco Arcuri y ya han vuelto con su padre a Italia. Esto es lo que debería ocurrir con Antonio Martínez que, a diferencia del italiano, no tiene ninguna condena por violencia doméstica ni denuncia alguna interpuesta en su contra.

Martínez acude a este medio como medida desesperada. Asegura que ha pasado por problemas médicos y que el drama que atraviesa le ‘’va a costar la vida’’. Ha llamado a la puerta de diplomáticos, ministros y hasta del presidente del Gobierno.

Precisamente con el equipo de Mariano Rajoy ha mantenido conversaciones a través de la cuenta personal del presidente en Twitter.

A partir de ese tuit comenzó una relación de comunicación con el equipo del presidente del PP, que le ha animado a no desesperar pero que hasta la fecha no ha tomado cartas en el asunto. Hay dos menores españolas en Rumanía sustraídas por su madre y Rajoy se limita a pedirle paciencia.

En el último mensaje intercambiado, hace tres meses, le preguntan sobre ‘’cómo ha evolucionado la situación de sus hijos en estos días. Quedamos a la espera’’.

A la espera está Antonio de volver a reunirse con sus pequeñas Rocío y María. En un grito desesperado, este padre quiere enviarle un mensaje a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España:

‘’Le pido que se ponga la mano en el corazón, que él es padre también y a mí me han quitado dos niñas pequeñas. Él me dijo que me esperara a que la Justicia actuase. Ya me he esperado, tres sentencias. ¿Qué más quiere?’’.

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