«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Arzobispo Osoro mezcla a la Virgen María con la huelga feminista

El lema común de los diferentes colectivos feministas que la convocan es “queremos demostrar que sin nosotras se para el mundo”.


“Lo comprendo, claro”, ha declarado el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, consultado sobre la huelga de mujeres convocada para el 8 de marzo. “Hay que defender sus derechos. Lo haría también, lo hace también de hecho, la Santísima Virgen María”.
Uno recuerda el acrónimo que se popularizó hace años entre los evangélicos americanos, WWJD (‘What Would Jesus Do?’ ¿Qué haría Jesús?), algo que siempre me ha dado cierta grima teológica, o el caso más burdo y frecuente de pretender que Jesucristo estaría en nuestro bando en cualquier trivialidad ideológica de moda.
Pero, en este caso, la hipótesis chirría especialmente. Para empezar, hablamos de una huelga política lo que, en nuestro ordenamiento jurídico, es ilegal. Y ya hemos visto a menudo que nuestros obispos son especialmente sensibles al cumplimiento del derecho positivo, como demuestra su devoción cuasirreligiosa por la Constitución.
¿Qué es, qué pide, en qué consiste la famosa huelga? No está muy claro. La famosa y falsísima ‘brecha salarial’ no puede solucionarse con una huelga que se hace contra cualquier patrón, sea justo o injusto, pague o no de forma paritaria. El lema común de los diferentes colectivos feministas que la convocan es “queremos demostrar que sin nosotras se para el mundo”. Bueno, personalmente creo que el presidente de Estados Unidos puede destruir el planeta, pero espero que no se sienta inclinado a demostrarlo.
Es laboral, es decir, se trata de no ir a trabajar. Pero también pretende ser una huelga de cuidados, estudiantil y de consumo. Es decir, se trata de que las mujeres no asuman los cuidados de familiares. Y la tercera protesta es que no consuman (principalmente productos gravados con la llamada tasa rosa, como los de higiene femenina) y que las alumnas y profesoras no vayan a clase.
Y esto es lo que, según Su Ilustrísima Carlos Osoro, Cardenal Arzobispo de Madrid, haría la Santísima Virgen María. Dado que no consta y es históricamente muy improbable que María tuviera una actividad remunerada, la única opción que le quedaría a la Madre de Dios es no cambiarle los pañales a Jesús o no hacerle la cena a San José cuando vuelva del taller.
Lo cual, no sé, se me antoja asaz improbable.
No, no creo que la Virgen se sumara a la huelga, pero lo que yo crea es absolutamente irrelevante. Lo triste es que todo un arzobispo crea saberlo; lo escandaloso es que un sucesor de los apóstoles crea que la Virgen haría, no ya huelga de no atender a Santa Ana en su ancianidad, sino cualquier manifestación en favor de una falsedad patente, siguiendo a unos ‘colectivos’ famosos por su aborrecimiento de todo lo que Osoro representa y su entusiasmo por aberraciones morales como el aborto.
En esto, desgraciadamente, Osoro es cualquier cosa menos original. Nos hemos acostumbrado a una jerarquía servil con las modas ideológicas del pensamiento dominante, ansiosos por ‘caer bien’ a un sector que no desaprovecha ocasión de denostar el cristianismo. Nada nuevo en esto. Nos conformamos con que deje en paz a nuestra Santísima Madre.
Artículo publica originalmente en INFOVATICANA.

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