Hablábamos ayer de la falta de contundencia con que el Gobierno de España -y el resto de la Unión Europea- valoraban lo que pasa en Venezuela. Horas después el secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica, Fernando García Casas, reivindica el trabajo que -a su juicio- está haciendo la embajada española. Eso sí, lo hace amparándose en la diplomacia para no dar más detalles al respecto: “Algún día se sabrá todo”. Y no dudamos que sea así, porque el Gobierno de Mariano Rajoy, igual que el expresidente Felipe González o que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, han manifestado en muchas ocasiones su solidaridad y apoyo al pueblo venezolano. Pero permítannos que dudemos de la conveniencia de ese perfil discreto y poco ruidoso que tan bien ha funcionado hasta ahora a Rajoy. Para mí que, lejos de la discreción, lo que necesita ahora la oposición a Maduro es el apoyo sin fisuras y con firmeza -firmeza, no diplomacia- de la Comunidad Internacional. Cuanto más solo y cuestionado se sienta el liberticida, más solo y cuestionado se quedará. Pero, es sólo una sugerencia.
Charlene
Vamos con más asuntos del día. De la época sería más exacto. Porque nos remontamos a 2003, al Reino Unido. Ya entonces se producían violaciones en los locales conocidos como kebabs. Los hechos que hace meses se convertían en escándalo mediático, al conocerse la violación sistemática de niñas en Rotherham que las autoridades habían preferido silenciar para no ser tachadas de racistas -los agresores eran musulmanes- tuvieron su antecedente hace más de una década. Hablamos del caso de Charlene Downes presuntamente violada y descuartizada. Reino Unido ha detenido ahora a uno de los implicados. Terribles detalles del caso.
Los bomberos
Y terminamos el repaso al día con un agradecimiento. El que hace una mujer llamada Concha a los bomberos que luchan contra el fuego en Yeste (Albacete) «https://gaceta.es/espana/
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