«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Senado de Australia aprueba la legalización del 'matrimonio' homosexual

Festejan la legalización del matrimonio homosexual

La propuesta de ley aprobada impide a los oficiantes civiles negarse a celebrar este tipo de bodas entre homosexuales


Son exiguos los países del primer mundo que se resisten a abrazar la ideología de género y a plasmar en leyes sus deletéreos postulados. Hasta hace unos días, Australia formaba parte de este selecto club que acaudillan Hungría y Polonia. Sin embargo, tras una consulta popular en la que los australianos se manifestaron mayoritariamente proclives (un 61%) a legalizar el ‘matrimonio’ homosexual, esto ha dejado de ser así.
Impelido por esta consulta, cuyo carácter no era vinculante, el senador liberal Dean Smith presentó, en el senado, una propuesta de ley encaminada a legalizar el ‘matrimonio’ gay. Una propuesta que ha sido aprobada por los senadores este miércoles con una holgada mayoría: 43 votos a favor, 12 en contra y varias abstenciones y ausencias. Tras la votación, muchos parlamentarios han estallado en vítores y aplausos, entusiasmados con el cambio social que va a vivir – o a padecer – el país.
Inmediatamente antes de la votación, Smith ha manifestado que su iniciativa refleja cómo los homosexuales, las lesbianas y los transexuales han pasado de ‘del rechazo a la tolerancia, de la tolerancia a la aceptación y de la aceptación a la acogida’.
No obstante estas modosas y casi beatíficas palabras, la propuesta de ley presenta un cariz marcadamente liberticida, tal y como han denunciado algunos diputados conservadores. De esta manera, impide a los oficiantes civiles – no así a los religiosos – negarse a celebrar este tipo de bodas, lo que significa, de facto, prohibir a muchos de ellos seguir los dictados de su propia conciencia.

Una profunda división social

Recordemos que todo este proceso de legalización del ‘matrimonio’ homosexual encuentra su génesis en la consulta popular no vinculante convocada por el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, en cumplimiento de una promesa electoral. En este seudo-referéndum, el 61% de los australianos se mostró favorable a que el término ‘matrimonio’ dejase de designar la realidad que ha designado durante siglos: la unión entre un hombre y una mujer.
Antes y durante la celebración de esta consulta popular, proliferaron las agresiones de los partidarios del ‘matrimonio homosexual’ contra las personas reacias a éste. Así, un sacerdote fue escupido en plena calle por un individuo que, después de secretar su saliva, lo imprecó. Además, el exprimer ministro australiano Tonny Abbot, que se ha mostrado reticente en ingentes ocasiones a redefinir el concepto de ‘matrimonio’, fue golpeado por un hombre que lucía una insignia arco iris en su pechera.
Asimismo, las paredes de ingentes iglesias australianas, tanto católicas como anglicanas, fueron ornamentadas durante la campaña con estremecedoras e insultantes consignas tales como ‘los cristianos son nazis’, ‘crucifica a los votantes del no’, ‘apalea a los fanáticos’ o ‘vota sí’.
En este sentido, el arzobispo de Sidney, Mons. Anthony Fisher, mostró su pesadumbre tras el anuncio de los resultados de la encuesta postal: ‘Desde el principio, esto se ha asemejado al conflicto entre David y Goliat con políticos, corporaciones, celebridades, periodistas y organizaciones deportivas ahogando la voz del australiano común y presionando a todos para votar sí’.

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