«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El Gobierno británico persigue a un colegio por no adoctrinar a sus alumnas de tres años

El lobby LGTB ha llegado a las instituciones. La última prueba de ello es lo ocurrido en Reino Unido, donde una escuela judía de ámbito privado está siendo perseguida por no enseñar a sus alumnas -de 3 a 11 años-, la doctrina impuesta por la ideología de género.

Cada vez son más los gobiernos, personajes públicos y entidades que han sucumbido a lo “políticamente correcto” y han apostado por unirse a la campaña para “normalizar” la transexualidad. Es la llamada “gender revolution”, el proyecto que de la mano de la ideología de género ha llegado a nuestra sociedad con el objetivo de quedarse.

Lejos de parecer ajeno a nosotros, lo que van a a leer a continuación ya está ocurriendo en España-con el colegio Juan Pablo II de Alcorcón, por ejemplo-, tras la aprobación de la Ley de Diversidad Sexual impulsada por Cristina Cifuentes y aprobada en la Asamblea de Madrid.

Con todo ustedes, el futuro que nos espera:

El colegio judío ortodoxo de primaria Vishnitz Girls School, en Reino Unido, se ha convertido en el blanco del Gobierno británico. Tal y como recoge LifeSite News, una inspección gubernamental realizada el pasado 10 de mayo acusa a esta escuela -de niñas desde los 3 a los 11 años-, de estar “violando la ley al no enseñar a las niñas conceptos sobre la reasignación de sexo y la orientación sexual”.

El informe de dicha inspección establece que el colegio “está actuando de una manera perjudicial para el desarrollo espiritual, moral, social y cultural de las alumnas. El enfoque de la escuela impide que las alumnas puedan aprender acerca de las diferencias entre las personas, como es la orientación sexual”.

“Los directivos y propietarios de la escuela reconocen la obligación de enseñar sobre lo recogido en la Ley de Igualdad 2010 pero reconocen también que no enseñan a los alumnos todo lo recogido en dicha normativa, particularmente las enseñanzas relacionadas con la reasignación de género y la orientación sexual”. 

‘El Estado no respeta la libertad religiosa’

“Este es un claro ejemplo de cómo el Estado impone la ideología LGTB, totalmente contraria a los principios de una escuela religiosa”, ha defendido Andrea Williams, directora ejecutiva de la plataforma “Christian Concern”.

La estadounidense ha subrayado que “se trata de una escuela judía, de carácter privado, para niñas. El Estado está demostrando que no respeta ni la libertad de los padres ni la libertad religiosa”.

“Desgraciadamente, este no es el único caso, ya que estamos hablando de una moda que no para de crecer. Desde nuestra asociación ayudamos a las escuelas cristianas a luchar contra imposiciones similares. Necesitamos un movimiento de los padres y ciudadanos para luchar en contra esta dictadura”, ha concluido.

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