«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Un estudio vuelve a poner en evidencia a la ideología de género

Banderas LGTB

El estudio abraza la evidencia reconocida durante siglos de que los niños presentan una inclinación natural a entretenerse con determinadas actividades (y las niñas con otras).

En medio de un ambiente social dominado por aquéllos que niegan la existencia de diferencias biológicas entre niños y niñas, no dejan de publicarse informes que desmienten este sofisma ideológico. El último de éstos ha sido publicado por la asociación Infant and Child Development, que vuelve a confirmar que las divergencias entre hombres y mujeres son naturales y, por tanto, no producto de una imposición social.

Para la elaboración de este informe, que ha sido sintetizado por Actuall, los investigadores llevaron a cabo dieciséis estudios para los que se tomaron como muestra a 787 niños y a 813 niñas. Unos estudios por los que pudieron concluir que ‘los niños jugaron con juguetes para niños más que las niñas; y que las niñas jugaron con juguetes para niñas más que los niños’.

De acuerdo con el texto publicado, ‘no hubo diferencia pese a la presencia de un adulto, los contextos del estudio, la localización geográfica del estudio, la fecha de la publicación, la edad de los niños o la inclusión de juguetes de género neutro’, lo que revela la exigua relevancia del contexto y de las circunstancias en el desarrollo de los gustos de los infantes (que estarían más condicionados por la biología).

El estudio, pese a lo que pueda parecer, no rechaza que la influencia social también afecte en las diferencias entre hombres y mujeres, pero abraza la evidencia reconocida durante siglos de que los niños presentan una inclinación natural a entretenerse con determinadas actividades (y las niñas con otras). Una aseveración que cuya esencia comparte el pediatra suizo Remo H. Largo, quien considera que las diferencias entre niños y niñas son bastante claras:

‘Los grupos de niños observan más las fortalezas de sus congéneres, quién corre más rápido, quién puede subir a un árbol, quién puede hacer el coche más grande con piezas de lego, y los grupos de niñas muestran sin embargo una jerarquía plana que se rige por criterios sociales. Educar en la igualdad, darle muñecas a los niños y coches a las niñas, no funciona’, sentencia en una entrevista concedida a ‘El Confidencial’.

La ideología de género, desmentida

Estos informes, publicados tras una observación atenta de la realidad, contradicen los dogmas de la ideología de género, que se asienta sobre la idea de que no hay diferencias biológicas entre hombres y mujeres y de que el sexo (el género, lo llaman) es producto de una elección ‘psico-social’.

De esta manera, los representantes de esta ideología, que defiende la completa subordinación de la realidad a la voluntad humana, consideran que si los niños se solazan con unos juguetes determinados – y diferentes a los de las niñas –, es por una imposición social previa. Una imposición que se realizaría a través de la educación, especialmente.

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