«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Gana el comerciante, pierde el funcionario

Ya sé que muy probablemente todo lo que ayer sucedió obedece a un pacto bajo mano que como viene siendo habitual entre los Presidentes del Gobierno de España y los presidentes de la Generalitat se salda con el catalán llevándole al huerto. Exceptuando Suárez con Tarradellas, todos los demás han picado probablemente gracias al prejuicio de que la palabra del catalán va en serio. La fama nos precede y la marca es la marca. Según parece el pacto era que la Generalitat se quedaba al margen y el Gobierno central dejaba realizar la consulta farsa pero el comerciante catalán, una vez más, dejó al funcionario mesetario con un palmo de narices.

¿Qué pasó ayer? A mi entender pasaron muchas cosas pero me quedaré solo con bien pocas. El Gobierno central, el de Rajoy, desistió de sus obligaciones. El Gobierno de la Generalitat, el de Mas, ganó una batalla que tenía perdida. En Catalunya se votó y se hizo donde les dio la gana, a pesar de las prohibiciones legales para hacerlo. Rajoy, que no cree en la Política con mayúsculas y por tanto no cree en las ideas y por ende desprecia la comunicación, cedió a los tribunales y a la Fiscalía toda iniciativa y permaneció en su despacho tranquilo y feliz. Mas, al ver el desistimiento del Gobierno, dio la cara y dirigió hacia él toda responsabilidad, lo que para los ciudadanos supone todo el liderazgo y todo el mérito de haber puesto de rodillas al Estado. La realidad es que a pesar de la imagen de victoria y los mensajes que no pararán de lanzarnos del éxito total de la pseudoconsulta; ha quedado patente que solo el 33% de los catalanes están a favor del derecho a decidir y que un insuficiente 30%, más o menos, quieren la independencia. ¡Menuda victoria!

Las consecuencias del día de ayer son más que graves: en España manda el que más bemoles tiene, dado que el Estado está ausente y sus dirigentes huyen de las batallas.

Los datos, aunque probablemente falsos, tomados por buenos son un fracaso para el independentismo. ¿Cómo es posible que con esta realidad los secesionistas canten victoria y el resto nos lo creamos? ¿Alguien me lo explica?​

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