El expresidente de la Generalitat ya está en Copenhague. Carles Puigdemont desoye todos los avisos de la Fiscalía española, que ha enviado al Supremo la petición para la activación de la euroorden, y se planta en la capital danesa para compartir jornada con los independentistas procedentes de las Islas Feroe.
El juez rechaza cursar la euroorden de detención contra Puigdemont
¿Qué hace Rajoy mientras tanto? Nada. En el Partido Popular continúan más preocupados en atacar a Ciudadanos por su auge electoral que en solucionar la situación en Cataluña. El presidente del Gobierno y sus principales escuderos, fundamentalmente Soraya Sáenz de Santamaría, han provocado -gracias a años de ciega connivencia- que hoy Puigdemont no tenga reparos en volar a Dinamarca.
«Entre las diversas maneras de matar la libertad, no hay ninguna más homicida para la república que la impunidad», decía el político venezolano Francisco de Miranda. Sentarse en el sofá, encender la televisión y poner TV3 quizás le ayude a entender los males de España, señor Rajoy.
Las mentiras de Trapero
El separatismo ha elevado la figura de Josep Lluís Trapero a los altares. El Mayor de los Mossos, que fue cesado en virtud de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, no sólo ignoró las advertencias de la CIA en torno a un ataque islamista en Barcelona, sino que una vez que esos documentos se hicieron públicos trató de quemar los originales con el respaldo de Puigdemont y el entonces consejero de Interior, Joaquim Forn.
Los Mossos trataron de destruir la alerta de la CIA sobre el ataque islamista
“Es un montaje fruto de una campaña de desprestigio e intoxicación contra los Mossos”, aseguró Trapero, al que finalmente no le quedó más remedio que admitir que la alerta era cierta. El documento original en inglés reproduce, palabra a palabra, el texto filtrado en el mes de agosto y sólo un soplo a unos agentes de la Policía Nacional evitó que fuera eliminado junto a 36 cajas más de material.
Las mentiras de los independentistas han puesto a España al borde del abismo. La irresponsabilidad de Trapero y las autoridades catalanas pudo terminar en una tragedia mayor que la del pasado 17 de agosto. Las mentiras fueron constantes e incluso Forn llegó a negar la relación entre las agencias de inteligencia internacional y los Mossos. ¿Quién pagará por ello?
España, democracia y separación de Podemos
La principal aspiración del poder político es controlar tanto al legislativo como, sobre todo, al judicial. La sociedad puede sobrevivir sin un poder legislativo o ejecutivo de mucha altura (y, de hecho, así ha sido durante largo tiempo en España), pero lo que no podrá soportar será una justicia dependiente, una justicia sumisa, una justicia subalterna.
De jueces, políticos y separación de poderes… Un vistazo a la democracia
Y eso, exactamente eso, es lo que está pasando en España. Fernando Paz analiza las dificultades para sostener la independencia judicial actualmente en nuestro país y sentencia que «el modo en el que está estructurada la administración de Justicia deja poco margen a la duda».