Resulta paradójico que en un país amenazado por el terrorismo islámico y en mitad de una espiral de violencia sin precedentes, el Gobierno dedique tantos esfuerzos en controlar las marchas cuyo único objetivo es defender el derecho a la vida.
El pequeño Alfie Evans sigue resistiendo y aferrándose a la vida, pese a que la Corte de Apelaciones del Reino Unido respaldara la prohibición dictada por el Tribunal Superior de Manchester (Inglaterra) de trasladar a Italia al bebé para mantenerlo con vida en el hospital pediátrico Bambino Gesù, gestionado en Roma por el Vaticano, y dar esperanza a sus padres, Tom Evans, de 21 años, y Kate James, de 20.
El delirio y la sinrazón en el país anglosajón es tal que la policía de Liverpool está vigilando los mensajes que se envían sobre la situación del bebe y la gestión del caso por parte del hospital. En un comunicado lanzado a través de sus redes sociales, Merseyside Police advierte que algunas informaciones podrían ser constitutiva de delito.
We’ve issued a statement this evening to make people aware that social media posts which are being posted in relation to Alder Hey and the Alfie Evans situation are being monitored and may be acted upon. Read the full statement here: https://t.co/epopt5bhmY
— Merseyside Police (@MerseyPolice) 25 de abril de 2018
Han recibido la respuesta de cientos de internautas que les han recordado que «pueden estar seguros de que Dios los está vigilando a todos».
El hospital Alder Hey se encuentra custodiado día y noche por agentes de Policía. Cientos de ciudadanos han protestado a sus puertas y han reclamado a las autoridades que permitan la salida de Alfie. Resulta paradójico que en un país amenazado por el terrorismo islámico y en mitad de una espiral de violencia sin precedentes, el Gobierno dedique tantos esfuerzos en controlar las marchas cuyo único objetivo es defender el derecho a la vida.