Hoy España vive la primera huelga feminista de su historia con motivo del día de la Mujer. Una convocatoria politizada por la izquierda política de nuestro país, basada en un documento lleno de delirantes afirmaciones.
El feminismo patrio ha olvidado la situación de muchas mujeres a lo largo y ancho del planeta. Prefieren centrarse en la violencia de los piropos o en el micromachismo existente en que un hombre abra la puerta a la mujer como señal de cortesía.
La mutilación genital femenina, las terribles cifras de matrimonio infantil, la desigualdad legal y social de la mujer en los países en los que impera la sharia… Son sólo algunas de las cuestiones sobre las que, seguramente, no oirá hablar a las representantes del feminismo oficialista en este 8 de marzo.
Matrimonio infantil, mutilación, desigualdad… Las causas pendientes del 8M
Unos datos quizás ayuden a aclarar la situación: doce millones de niñas obligadas a casarse con adultos cada año; la Organización Mundial de la Salud cifra en 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo a las víctimas de la mutilación genital femenina; la sharia persigue a las mujeres por su vestimenta, pero no están protegidas en caso de violación.
La revolución del siglo XXI
Los grandes medios han vendido el paro del día 8 como una una rebelión, un portentoso levantamiento de las oprimidas. Solo que sin tener a nadie enfrente y sin que nadie haga otra cosa que ignorarlas o aplaudirlas. Resulta una obviedad que rebelarse contra poderes reales es una actividad arriesgada y pocos son los ejemplos de rebeldes que en las últimas generaciones han arriesgado su patrimonio, libertad o integridad física por una causa que considerasen justa.
Uno de los puntos más repetidos para asentar este paro es la ‘brecha salarial’. Lo lógico por tanto sería que las empresas se opusieran. Nada más lejos de la realidad. Las multinacionales y los bancos han guardado silencio, los partidos políticos se han dado codazos por copar los primeros puestos de la marcha de Madrid y de los medios de comunicación mejor ni hablar. Hay portadas que hablan por sí solas.
Nancy Reagan definió el feminismo como la habilidad de elegir lo que quieres hacer. Por fortuna, en España hoy las mujeres pueden elegir su futuro, la carrera que desean estudiar, la vestimenta o el deporte que mas les guste practicar. El feminismo debe reflexionar y lo debe hacer pronto, pues la desafección de muchas mujeres con el mismo es más que evidente.
Huelguistas atacan la sede de Intereconomía…pero se equivocan de pared
“No quiero que hablen en mi nombre. No nacemos víctimas. No todos los hombres son agresores y violadores en potencia. No quiero que me traten como menor de edad”, aseguran muchas mujeres frente a aquellas que quieren imponer una visión adulterada (y politizada) de la realidad.
¡Feliz día!