El pequeño sufre una enfermedad neurológica que lo mantiene conectado a una máquina. Médicos y tribunales quieren desconectarlo, sus padres no tiran la toalla y quieren llevarlo hasta Roma.
¿Se acuerdan del pequeño Charlie Gard y de la dura travesía judicial que tuvieron que seguir sus padres para salvarle la vida? Connie Yates y Chris Gard lucharon y lucharon para trasladar al pequeño a un hospital en el que pudiese ser tratado. Finalmente Charlie fue desconectado de la máquina que lo mantenía con vida desde que tenía ocho semanas.
Esta situación podría reproducirse con un nuevo protagonista, Alfie Evans. Este niño inglés de 23 meses de edad se debate entre la vida y la muerte y los médicos, como a Charlie, quieren desconectarlo. Este jueves, cientos de ciudadanos -se hacen llamar el ‘Ejército de Alfie’- se agolparon a las puertas del hospital donde está ingresado para dar apoyo a los padres del pequeño.
Thomas Evans, padre del bebé, acusó este viernes al personal del Hospital Infantil Alder Hey de llamar a la Policía después de comunicarles su intención de llevarse a su hijo al Centro Niño Jesús de Roma para seguir un tratamiento.
Varios agentes se encontraban a las puertas del centro después de que varios miembros del ‘Ejército de Alfie’ se concentraran en señal de repulsa por la decisión del Tribunal Supremo de desconectar al pequeño, tal y como recoge Breitbart.
El padre ha compartido con la BBC que su esposa, Kate James, está siendo acompañada por médicos polacos y que tienen una ambulancia y un jet preparados para llevarse a Alfie a Roma. ‘’El hospital no tiene ningún derecho a impedirlo. No hay ninguna sentencia que indique que Alfie deba permanecer aquí’’, ha subrayado.
‘’La verdad que subyace a este problema es que Kate y yo somos los responsables y podemos llevárnoslo con el equipo de médicos que tienen el deber de cuidarlo… pero no nos dejan’’. Más tarde, durante una conexión a través de Facebook, Evans aseguró que tiene la documentación que ‘’dice que puedo llevarme a mi hijo del hospital’’.
‘’Alder Hey nos está frenando. Ha llamado a la Policía para evitar que me lleve a mi hijo fuera de los hospital’’, ha indicado. ‘’Un agente me ha dicho que si me llevo a Alfie me arrestará’’.
Kate, la madre del pequeño, escribió lo siguiente el pasado jueves: ‘’¿Cómo de triste es que alguien te diga dónde y cuándo va a morir tu hijo? Sé la fecha y el momento en el que mi hijo morirá y ni siquiera hemos tenido tiempo como familia para afrontarlo’’.
El pequeño sufre una enfermedad neurológica que los médicos fueron incapaces de diagnosticar y lleva conectado a una máquina desde diciembre de 2016.