Los padres de Gabriel Cruz, Ángel y Patricia, en uno de los «días más duros» de su vida, han declarado como testigos ante el juez Rafael Soriano, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, que sigue las diligencias contra Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del pequeño.
«Hoy sin duda es uno de los días más duros a los que nos vamos a enfrentar», han dicho a través de un comunicado remitido por sus portavoces antes de declarar como testigos en la causa contra Ana Julia Quezada, pareja del padre cuando ocurrieron los hechos.
«Si pensamos en Gabriel creo que él nos sonreiría y nos diría que hay que estar contentos», añaden en el texto.
Asimismo, han remitido una foto que se hicieron junto al niño para «felicitar la navidad», si bien en la jornada de hoy han declinado comparecer ante los muchos medios de comunicación congregados ante la Ciudad de la Justicia de Almería.
Ángel y Patricia han llegado junto a sus abogados, Francisco y Miguel Ángel Torres, en un coche rojo, el mismo en el que han abandonado las dependencias judiciales con los letrados ante los flashes y objetivos de fotógrafos y cámaras.
Se personan como acusación contra Ana Julia
Nada ha trascendido de su declaración pero sí que se han personado como acusación particular tras contratar los servicios del despacho de Francisco Torres, el único de Almería que desde sus orígenes atiende exclusivamente asuntos penales.
Quien sí ha declarado ante la prensa ha sido el abogado de Ana Julia Quezada, Esteban Hernández Thiel, quien ha reclamado «mesura» por «respeto al dolor de la familia, a la administración de Justicia y al juicio justo que toda persona se merece».
«Porque solamente cabe celebrar un juicio justo desde la serenidad. Comprendo el dolor y sensación social que hay, es comprensible, pero solicito a los medios que tengan mesura en la comunicación que se hace de esto para permitir que se imparta justicia con serenidad, que es la única manera en que puede ser justa», ha insistido.
Hernández Thiel ha declinado ofrecer detalles sobre la declaración de Ángel y Patricia porque la ley le «obliga a guardar reserva», y ha dicho que el juez Soriano levantará el secreto del sumario «cuando considere oportuno» y ha subrayado que no le cabe duda sobre la competencia del juzgado de instrucción y la administración de justicia en general.
Al ser interpelado sobre si ha sido duro ver declarar a los padres, ha asegurado que «duro es para todos» y ha confirmado que éstos han testificado por separado y que este viernes lo hará la abuela del niño Gabriel.
Sobre su cliente, ha sostenido que desconoce si será trasladada desde el centro penitenciario El Acebuche de Almería a otra prisión pero asegura que su situación es «de absoluta normalidad y recibe el trato habitual que recibe cualquier interno».
«Hace siglos que las sociedades modernas, después de siglos de resolver conflictos de otra manera… en la época de los romanos era lícito matar a alguien por deudas o era permitido tener esclavos. Hoy en día en las sociedades modernas no se admite la tortura, en un procedimiento para obtener confesiones», ha defendido.
«Se han dotado de un procedimiento que es un juicio contradictorio en el cual, insisto, es necesario que haya dos partes y que se imparta desde la serenidad», ha concluido.
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