Una petición desde el Reino Unido asegura que la cinta de Disney lanza «un posible mensaje sexual inapropiado».
«Están locos estos romanos». En los cómics, Obelix nunca entendía la insistencia de Roma en atacar a los galos aún cuando estos poseían la poción que los hacía invencibles. Sus palabras bien se pueden aplicar al mundo actual, donde el revisionismo ha tomado la iniciativa y las cintas de Disney con las que muchos crecimos se han convertido en producciones «machistas».
La Bella Durmiente es uno de los grandes clásicos de Disney. La historia de la princesa condenada a dormir durante 100 años y que es despertada por el beso de un príncipe es uno de los iconos de la industria cinematográfica. Al menos hasta ahora.
Hoy, las madres de medio mundo se enfrentan a cuenta de la película por considerar algunas que lanza «un mensaje sexual inapropiado». La pasada semana, una tribuna en The Times abordaba el asunto a través del prisma de una mujer británica que defendía que la historia promovía un comportamiento inaceptable porque el príncipe «no había buscado consentimiento para el beso».
«En la sociedad actual no es apropiado, mi hijo sólo tiene seis años, absorbe todo lo que ve, y no es como si pudiera convertirlo en una conversación constructiva», explica la madre que cree que es equivocado «el tema específico de la historia de La Bella Durmiente sobre el comportamiento sexual y el consentimiento».
No es la primera vez que los colectivos que se dicen feministas, que después guardan cómplices silencios con la situación de las mujeres en el islam, la emprenden contra los cuentos de Disney. Hace unos años, se inició una campaña para modificar «Blancanieves y los 7 enanitos» porque una mujer cuidando y cocinando para siete hombres «perpetuaba los estereotipos de la cultura patriarcal».
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