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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La custodia compartida, hacia la igualdad de padres y madres

En el momento en que una pareja con hijos decide divorciarse, uno de los aspectos más complicado es el relacionado con la custodia. En la mayor parte de los casos, ésta se convierte en una batalla legal para el padre, que generalmente debe realizar un esfuerzo mayor que la madre para quedarse con los hijos.

La custodia compartida es aquella en la que los dos progenitores se hacen cargo a partes iguales de los menores. En este tipo de custodia ninguno de los cónyuges debe pasarle una pensión de alimentos al otro ya que los gastos de manutención del menor los pagan entre los dos. Para gastos extraordinarios los padres suelen crear una cuenta conjunta.

El artículo 92.8 del Código Penal dispone que la custodia compartida es una medida excepcional. En varias comunidades, como Cataluña, Aragón, Navarra y, hasta esta semana también la valenciana, la custodia compartida es la medida que se debe tomar ante cualquier caso de divorcio, a excepción de los casos en los que uno de los padres no pueda hacerse cargo del menor.

Los hombres suelen ser los mayores perjudicados después de un divorcio, ya que se quedan en una situación de desigualdad. La legislación actual favorece a las mujeres en cuanto a la custodia de los hijos, así como a la hora de quedarse con la vivienda.

Después de un divorcio, el hombre se queda sin casa, sin poder ver a sus hijos y pagando una cantidad que en muchas ocasiones le lleva a esquilmar sus ahorros y a sentirse que es un hombre maltratado. Esta injusta situación se produce en parte a que la legislación actual protege a las mujeres para que sean ellas quienes se queden con la custodia total de los hijos.

Eso por no hablar de una estrategia muy común en procesos de divorcio, y que pasa por interponer una denuncia por malos tratos, aún cuando esta sea falsa. Cuando sucede esto, y antes de que todo quede resuelto ante un juez, la justicia otorga la custodia de forma inmediata a la madre y en casi todos los casos se dicta una orden de alejamiento para el padre.

Como en todo aquello que produce una desigualdad, del tipo que sea, debemos pedir soluciones a nivel gubernamental, promoviendo un cambio de legislación para que las custodias compartidas no fueran un hecho excepcional sino algo más habitual.

 

Los hombres pueden estar tan bien preparados como las mujeres para poder ejercer su papel como padres, con lo que además estaríamos dando un ejemplo en cuestiones de igualdad que es fundamental para nuestros menores.

Por Susana Doroño, de Patón & Asociados

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