«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Todos al suelo, que llegan las ‘feministas’

10 de octubre de 2013

    El Congreso fue ayer, una vez más, la sede elegida para montar un espectáculo por una escuálida escuadra de militantes feministas de Femen que han decidido, hay que suponer que en ausencia de mejores argumentos, lucir sus pechos pintarrajeados con consignas tan elementales como memas para defender una idea tan primitiva como sus ideas y recursos retóricos. Es preocupante el escasísimo respeto al Parlamento y a la democracia que muestran tanto estas activistas como los grupos que jalean esta clase de números entre lo circense y lo patético. Al parecer, según la doctrina de estas feministas de obediencia ucraniana, mostrar los pechos desnudos y adornados con pensamientos breves y mostrencos es un acto revolucionario.

    La protesta ha servido, no obstante, para tomar conciencia del grado de menosprecio a la argumentación de determinados grupos de señorías. El PSOE ha calificado de “rechazable” la esperpéntica actuación, pero la ha justificado al fin argumentando que servirá para que fuera de España se sepa “lo que está haciendo Gallardón”, sin aducir ninguna razón especial que pueda dar cuenta de la eficacia pedagógica de este happening en el extranjero, ni los motivos de que, pese a tanto pecho desplegado, esta actuación no vaya a ser tan bien aprovechada por los españoles como el PSOE aparenta desear. Hay que suponer que el PSOE tendrá sus razones para pensar así, pero ya sabemos que no suele perder el tiempo explicando a los españoles de a pie la misteriosa lógica de sus bandazos, de lo que rechaza pero aplaude, ni de lo que aplaude pero desdeña. Soraya Rodríguez ha criticado que se proteste interrumpiendo el pleno del Congreso y que se pretenda “coaccionar la libertad de expresión” de los diputados.

    Sería interesante saber si el Congreso está decidido a hacerse respetar o pretende que cualquiera pueda faltarle al respeto, y con ello a los millones de votantes que creen que el Parlamento está para debatir y no para escenificar ocurrencias.

    Está claro que abundan los grupos de izquierda más o menos radical que hace tiempo que le han perdido el respeto a la democracia parlamentaria, nunca ha sido lo suyo, la verdad, por mucho que hayan procurado disimular durante algún tiempo, pero eso no debiera ser un obstáculo para que quienes tienen que garantizar el respeto a la soberanía popular, cuya sede recae principalmente en la institución que se asienta en ese edificio, dicten las normas de seguridad y prudencia que son razonables para evitar que se hable de nosotros en el extranjero, y no por las razones que supone la portavoz del PSOE, sino por el hecho de que no sabemos imponer la vigencia de las leyes y procedimientos que son la única salvaguarda posible para que la representación popular no degenere, como suele ocurrir, en un espectáculo lamentable. 

.
Fondo newsletter