Existe una diferencia abismal en la comprensión mutua entre Corea del Norte y Estados Unidos. Mientras Washington presenta sus maniobras militares a gran escala como una preparación habitual, Pionyang las considera como un preparativo para una invasión real, aseguró Sam Yoon, miembro del Consejo de Coreanos de EE.UU. en una entrevista a RT en inglés.
Las tensiones en la península coreana han aumentado nuevamente después de que este martes Corea del Norte realizara un nuevo lanzamiento de un misil balístico, y que fue condenado por EE.UU., Corea del Sur y Japón.
Pero Yoon considera que todas las partes están alimentando la tensión en la región, por lo que el último ensayo del misil norcoreano es una «clara respuesta y bastante predecible a los ejercicios militares conjuntos» que llevan a cabo las fuerzas estadounidenses y surcoreanas. Además de ser una respuesta «extremadamente provocativa» al lanzar un misil a través de Japón, el único país en la historia que ha sido blanco de un ataque con armas nucleares, agregó.
Por su parte el abogado de derechos humanos Eric Sirotkin, recuerda que «hay una larga historia de conflicto entre las dos Coreas y Japón». Tokio fue ejecutor de «una cruel ocupación de Corea entre 1910 y 1945, por lo que todavía existe un sentimiento de odio» por parte de Pionyang, y el último ensayo del misil norcoreano «es totalmente esperado en este escenario de guerra y militarismo de ‘golpe por golpe’ al que nos enfrentamos».
En la sociedad norcoreana, desde los dos o tres años de edad se inculca a los niños que EE.UU., Corea del Sur y Japón desean destruir su país. Por lo tanto, los norcoreanos ven los ejercicios militares como la preparación para una invasión real, y dada la actual escalada de tensión, la respuesta de Corea del Norte es prácticamente por miedo, añadió.
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