Me confirmo totalmente en lo que pensaba de Don Juan José Asenjo. Fue enterarse de lo que recomendaba la página de su arzobispado y por lo que he visto ha desaparecido todo diría que en minutos. Y además se ha enterado de que tenía un colaborador desleal.
Como bien decía un comentarista, creo que Hermenegildo, lo recomendado no aparecía a simple vista sino que era necesario abrir unos epígrafes en los que estoy convencido que al arzobispo nunca se le ocurrió entrar. Y que se enteró de su existencia por internet actuando inmediatamente.
Sevilla está en buenas manos. Lo acabamos de comprobar una vez más.